Existe una frase que dice que una imagen vale más que mil palabras, y esa misma se le podría aplicar a Isabel Pantoja al ver la cara de felicidad que irradiaba a la salida de la clínica donde se encontraba internada su hija tras haber dado a luz al segundo de sus nietos.
Como es lógico, la artista está feliz con la llegada del nuevo miembro al clan Pantoja, y todos están en Cantora, pendientes de la recuperación de Chabelita después del parto y disfrutando del pequeño Alberto.
Por su parte, el padre de la criatura también se encuentra en la casa familiar de su novia. Ahora solo falta que la relación entre todos ellos sea la adecuada para así poder lograr una perfecta convivencia. Una labor nada fácil, a juzgar por lo poco que le gusta a la Pantoja el novio de su nena.
La recién estrenada mamá abandonó el hospital en medio de una nube de fotógrafos. Apareció con buen aspecto, muy maquillada, con el padre de su hijo pegado a ella. Alberto estuvo pendiente tanto de su novia como de su hijo pero ninguno hizo comentarios y tan solo se limitaron a sonreír, metiéndose en el coche que les estaba esperando. Es lo que tiene que haya una exclusiva de por medio.
Todavía no se sabe si los recientes padres permanecerán mucho tiempo en la finca, o se trasladarán a Sanlúcar de Barrameda, decisión todavía sin determinar. Cabe la posibilidad de que dependa de cómo encajen estos primeros días.
De momento, Kiko y Alberto ya han hecho las paces, y el Dj le ha ofrecido al novio de su hermana trabajar con él durante el verano como ayudante, ya que lo tiene totalmente copado.
La historia se repite, y si no recuerden que ese mismo ofrecimiento se lo hizo al hermano de Jessica, después de que ésta diera a luz. Acabaron fatal.
Esperemos que la historia no se repita, y que la llegada del nuevo miembro a la familia sirva para que firmen la paz.