Después de 4 meses en prisión, el hijo mayor de Ortega Cano ya está en libertad provisional. Los únicos que acudieron hasta la cárcel de Sevilla 1 el día de su salida fueron su hermana Gloria Camila y Pepe El Marismeño, que está muy pendiente del joven a raíz de su ingreso en prisión. A la joven se la pudo ver muy emocionada. Una vez logró llegar hasta su hermano, tarea nada fácil por la cantidad de medios que se agolpaban a las puertas de la prisión esperando plasmar ese momento tan esperado, se abrazó a él nada más entrar en el coche.
El futuro de José Fernando es incierto, por mucho que haya asegurado que va a cambiar después de estos meses que ha permanecido en prisión. Una experiencia que no quiere que se vuelva a repetir en su vida, según declaró en el juicio. Se ha comentado que es muy posible que se traslade a Barcelona para ingresar en un centro de desintoxicación, pero todo son puras especulaciones, ya que su familia no se ha pronunciado al respecto y, mucho menos, desde que el chico está fuera de prisión.
Si es medianamente inteligente, ese tiempo de reclusión le habrá servido para recapacitar sobre su vida y su futuro y se dejará asesorar por expertos y gente que le quiere. Esta segunda oportunidad debería ser suficiente para empezar una nueva vida.
Seguramente, su padre, al que ha hecho sufrir de una manera terrible con su pésimo comportamiento, prefirió esperar en casa su regreso, con el fin de evitar el acoso mediático. Para Ortega Cano, su pronta entrada en prisión impedirá poder atender a su hijo como merece y, con toda seguridad, ya tendrá todo organizado con su familia para que José Fernando pueda lograr la tan ansiada reinserción.
Cabe la posibilidad de que el cambio de actitud y su comportamiento hayan sido factores decisivos para logar salir de la cárcel a la espera de la sentencia judicial.