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Rosa Belmonte

Dos señoras gordas

Recordando Two Fat Ladies, esa mezcla entre ‘road movie’ y programa de cocina que emitía la BBC.

Recordando Two Fat Ladies, esa mezcla entre ‘road movie’ y programa de cocina que emitía la BBC.
Las protagonistas de Two Fat Ladies | Cordon Press

A Clarissa Dickson Wright no le molestaba en absoluto que la llamaran gorda, le molestaba que la llamaran señora. Clarissa era la única superviviente de Two Fat Ladies, esa mezcla entre ‘road movie’ y programa de cocina que emitía la BBC. Las protagonistas recorrían Gran Bretaña en una moto con sidecar cuya matrícula era N88 TFL. Cantaban y cocinaban sin tonterías. Hasta riéndose de los vegetarianos. Casi como Beau Brummell ("No es verdad que no coma verduras. Una vez me comí un guisante"). El 88 en el bingo británico es Two Fat Ladies (dos señoras gordas). En los números de la ONCE de aquí son Las mamellas.

Clarissa murió el sábado a los 66 años en un hospital de Edimburgo, donde estaba desde principios de año. En los noventa presentaba con Jennifer Paterson ese famoso y tronchante programa de cocina (tan diferente a los rollazos de ahora). Y efectivamente eran dos señoras gordas. También inteligentes y divertidísimas. Cocineras, no chefs, como a ellas les gustaba resaltar. Jennifer murió en 1999, a los 71 años, después de fumarse la Tabacalera (incluso en el programa). Grababan la temporada cuarta, le diagnosticaron un cáncer y duró un mes. Clarissa, que hablaba con ella todos los días por teléfono desde que fue ingresada en el hospital, había quedado en llevarle una lata de caviar ("No era muy partidaria de las flores, prefería el caviar", dijo Clarissa). Pero llegó tarde al hospital con las codiciadas huevas de esturión. Luego contó que, tras el funeral, se comió el caviar como tributo a su querida amiga.

Quizá sea casualidad, pero las parejas femeninas son una tradición en la televisión británica. En ficción, claro, hay que citar la estupenda ‘sitcom’ Absolutely Fabulous, con Jennifer Saunders y Joanna Lumley. Fue una idea original de la propia Saunder y de Dawn French, que también protagonizaron y escribieron French and Saunders. Fuera de la ficción teníamos How clean is your house, de Channel 4, donde Kim Woodburn y Aggie McKenzie visitaban casas mugrientas (eso en Gran Bretaña lo tienen fácil) y las dejaban como una patena.

Los actuales programas de cocina son tan aburridos comparados con Two Fat Ladies... Imagínense meterse ahora con los vegetarianos o con las lentejas. Imagínense toda esa grasa y esa mantequilla. Toda esa obscenidad culinaria. Era comida como de Juego de tronos. De hecho, cuando se enteró de que ‘Spillin the Beans’, su autobiografía, había sido un éxito en Los Ángeles, Clarissa dijo que sería porque se habían tomado la lectura como pornografía.

John Galsworthy, el autor de ‘La saga de los Forsyte’, sostenía que los franceses cocinaban y que los británicos abrían latas. Bernard Shaw decía que si los súbditos de Su Graciosa Majestad eran capaces de sobrevivir a sus comidas podían sobrevivir a cualquier cosa. Lo que hacían las Two Fat Ladies era comida británica. Quizá de otra época. Distinta en general de la más cosmopolita comida de otros cocineros televisivos. De Gordon Ramsey a Jamie Oliver, pasando por Nigella Lawson y hasta Sophie Dahl, que también tuvo su programa (y no se llamaba One Fat Girl). Las Two Fat Ladies usaban ajo, muchos condimentos, anchoas e ingredientes frescos preferentemente comprados en granjas. Con sus recetas daban ganas de comer. Con sus programas daban ganas de ver la televisión. Y de comprarse un sidecar.

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