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Rosa Belmonte

Las mentiras de Madonna

La última gracia de la primera estrella del pop, de la cantante sin pelos en la lengua, ha sido su imagen en Instagram con pelos en las axilas.

La última gracia de la primera estrella del pop, de la cantante sin pelos en la lengua, ha sido su imagen en Instagram con pelos en las axilas.
Madonna luce su pelo | Instagram

Greer Garson siempre decía que le era imposible revelar su edad porque cambiaba continuamente. De Madonna sabemos su edad pero ella también procura que cambie continuamente para despistar. La última gracia de la primera estrella del pop, de la cantante sin pelos en la lengua, ha sido su imagen en Instagram con pelos en las axilas. "Pelo largo… No me importa!!!!!!", escribió en su cuenta. Y todo el mundo dice que se ha apuntado a la moda del ‘sobaquember’ (juro que es la primera y la última vez que escribo semejante gilipollez). Todo el mundo en España, claro, porque ella no tiene ni idea de que el término exista. Otra cosa es que Cameron Díaz reivindique el pelo púbico y se apunte al felpudo en su libro The Body Book. O que Caitlin Moran también sea militante. O que American Apparel montara aquel escaparate con pelo escapándose a los maniquíes por todos lados. Todo eso a Madonna le trae sin cuidado, que probablemente solo buscaba titulares. Justo ahora que se cumplen 25 años de ‘Like a prayer’.

Hay quien se ha preguntado, de paso, si esa pelambrera medio rubia no será un ‘fake’. Digamos que un postizo. Pues claro. Es más, las imágenes son de una sesión de fotos para Vogue L’Huomo Japón. Y se nota que es falso. Como el pelo en el pecho del Moranco legionario. Pero lo fundamental no es que sea falso sino que no puede ser otra cosa. A ver, ¿a qué mujer de 55 años le va a crecer todo ese pelo ahí después de tanta depilación? Pues claro que es falso. A no ser que tome hormonas que le produzcan ese efecto. En el fondo, y esto es muy ‘madonniano’, es una de esas cosas que habitualmente hace la estrella para parecer joven. Una de las cosas que no tienen que ver con el exceso de ejercicio, el Botox, el ácido hialurónico o lo que sea que use para parecer más joven (aunque con esa cara prefabricada lo que acaba pareciendo es 30 años más tonta).

Antes del sobaco postizo vinieron las raíces negras. Madonna fue una de las primeras en tirar del ‘Ombre Hair’. Es decir, pelo rubio de bote y raíces negras que-se-vean-bien (también de bote, claro). Para alguna sería un alivio. Una moda que facultaba para no retocar el tinte muy a menudo. Pero en señoras mayores tiene otros objetivos. Supongamos que Madonna gasta canas (no hace falta suponer mucho, lo que no es normal es el pelo zaino de Rajoy). Una vez supuestas las canas, lo que hacen esas raíces negras en el pelo rubio es dar a entender que no las tienes. Que eres joven. Pero es doble trabajo. Son dos tintes, dos colores, dos sabores en la misma cabeza. Y quien lo dice de Madonna lo dice de Terelu Campos, que también ha estado luciendo el rejuvenecedor (y horroroso) bicolor. Decía Iris Murdoch que vivimos en un mundo de fantasía, en un mundo de ilusiones y que la gran tarea de la vida es encontrar la realidad. Aunque a veces también nos da igual encontrar la realidad y acabamos mirando el dedo en lugar de la luna.

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