Genoveva Casanova ha regresado de nuevo a Madrid tras pasar unos días de vacaciones en su México natal. A la salida del aeropuerto no quiso pronunciarse cuando le preguntaron qué opinaba de la amistad cada día más estrecha entre su exmarido, Cayetano Martínez de Irujo, y la nadadora Melani Costa.
La mexicana tan solo se limitó a sonreír, evitando la respuesta, y demostrando una vez más que es una persona discreta. En su momento, también dijo que una reconciliación entre los dos no era posible, pero que estaba feliz por haber conseguido mantener una magnífica relación con el padre de sus hijos.
Fuentes cercanas al duque de Arjona me aseguran que está encantado con la mallorquina. De hecho la Semana Santa la ha pasado en la isla balear. Un hecho poco común sabiendo que el hijo de la duquesa de Alba siente una gran devoción por pasar esos días tan señalados en Sevilla.
Doña Cayetana conoció hace unas semanas a Melani y, según me comentan, le ha parecido muy bien. Sabiendo como es, seguro que a su hijo ya le está pidiendo que se case, porque de sobra es sabido que la señora duquesa es totalmente partidaria del matrimonio. Las relaciones sin boda de por medio no le gustan nada, y a todos sus hijos siempre les pide que se casen.
La aristócrata ha sido la gran ausente estos días en las procesiones sevillanas, ya que no ha salido del Palacio de Dueñas. La causa de tal ausencia es, sencillamente, la edad, no por padecer enfermedad alguna. Hay que recordar que su salud es delicada, y sobre todo tiene 88 años, una edad que pesa.