Uno de los aspectos más importantes en cuanto a la salud de nuestro perro pasa por una buena higiene de la boca. A través de ella comen, sostienen sus juguetes preferidos, recogen objetos que han estado en el suelo o en la calle... si no mantenemos los dientes y las encías de nuestra mascota sanos y limpios podemos enfrentarnos a infecciones o enfermedades. Ellos no pueden cepillarse los dientes, por lo tanto es una práctica que debemos hacer nosotros por ellos. Para ello son necesarios un cepillo y una pasta de dientes especial para perros -nuestro dentífrico puede ser tóxico para ellos- y mucha paciencia. Lo mejor es acostumbrarles desde que son cachorros, que se convierta en rutina más de su higiene y, preferiblemente, una vez a la semana. También son muy beneficiosos para la dentadura de los canes, como ayuda para mantener limpios y fuertes los dientes, los huesos, sticks y juguetes especiales para morder.
Por supuesto, es conveniente acudir al veterinario para realizar revisiones dentales. Otro aspecto fundamental es asegurarnos de que han cambiado todos los dientes de leche y que sus dientes son ya los definitivos.
La mayoría de las mascotas empiezan acumulando sarro, algo que puede derivar si no lo tratamos pronto en una inflamación de las encías, gingivitis. Si no se elimina, irá empeorando hasta, incluso, perder el diente.
Todos los perros, con la edad, acumulan sarro, pero los animales que más riesgo presentan de sufrir una enfermedad bucal son los de raza pequeña, los que presentan la dentadura definitiva mal distribuida y los que conservan dientes temporales cuando ya son adultos.
También aquellas mascotas cuya alimentación es blanda y con un mayor contenido en azúcar, como las latas o la comida casera. Es mejor el pienso seco y duro.
Una de las principales señales de alerta para acudir al veterinario es el mal aliento. Si la enfermedad está más avanzada puede presentar sangrado, inflamación y dolor de las encías. El veterinario nos recomendará entonces hacer una limpieza dental. Es algo sencillo para lo que se emplean los mismo materiales que en las personas, aunque en el caso de los perros es necesaria anestesia general para que no se muevan.
Pero lo mejor para prevenir enfermedades y mantener sana a nuestra mascota es la prevención. En resumen, el cepillado de dientes se debe realizar una vez a la semana, debemos evitar dietas blandas, que nuestro veterinario revise su boca y conviene tener a mano un buen hueso para que muerda.
Si no se mantiene una buena higiene dental, lo que en principio es solo una pequeña a infección puede derivar en problemas cardíacos, hepáticos y renales.