¿Qué tienen en común Don Juan Carlos, Clinton y la agencia Ashley Madison? La empresa de citas con elegante nombre de mujer, famosa por organizar encuentros entre personas que ya tienen pareja, obtuvo enormes dosis de notoriedad hace un año gracias a un cartel desplegado en la Gran Vía de Madrid que, pese a durar apenas unas horas, fue justificado objeto de polémica. En la citada publicidad de la casa de citas por internet, y junto a fotografías de Bill Clinton, el Rey don Juan Carlos y el príncipe Carlos de Inglaterra, figuraba el lema "¿Qué tienen estas realezas en común? Deberían haber utilizado Ashley Madison".
La empresa es tan conocida por su actividad como por las agresivas campañas publicitarias organizadas en torno a ella. La comparación entre la vida extramatrimonial del Rey (antes de que saltara a la palestra su relación con C. y la cacería en Botsuana), Bill Clinton (con su conocido affaire con Monica Lewinsky) y el príncipe británico (lo mismo, con Camilla Parker Bowles), sobrepasó en su momento una línea que los medios de comunicación españoles nunca quisieron traspasar... aunque ahora, dos años después, las cosas parecen haber cambiado bastante.
En su momento, y tal como publicó El País, la empresa se justificó amparándose en los rumores dados a conocer en un libro de Peñafiel. "En el libro Retrato de un matrimonio de Jaime Peñafiel, se le relaciona con dos mujeres, con nombres y apellidos. Nosotros con este anuncio solo estamos refiriéndonos a rumores que existen", dijo Cristoph Kraemer, responsable de la comunicación en España de la compañía.
Puede que nunca fuese la intención de Ashley Madison que nos planteáramos qué hay entre Clinton y el Rey más allá de la broma publicitaria sobre sus infidelidades maritales, pero lo cierto es que hay otro nombre que sirve de puente y nexo común entre don Juan Carlos y Bill Clinton.
Marc Rich
El Rey de España fue una de las firmas más destacadas para la petición de indulto del magnate petrolífero Marc Rich, que comenzó a construir su imperio en nuestro país, y que tras ser acusado de más de cincuenta delitos por la Fiscalía de Nueva York –entre ellos evasión de impuestos y negociar la venta de crudo con Irán-, fue indultado por el expresidente demócrata en su último día de mandato.
Rich, ahora bien entrado en los setenta –y que ha echado definitivamente raíces en España: fue relacionado sentimentalmente con la nieta de la Pasionaria-, evitó la cárcel refugiándose en nuestro país, y obtuvo la nacionalidad patria gracias al beneplácito del entonces ministro José Barrionuevo. El magnate, verdadero amante y benefactor de diversas causas en la piel de toro, obtuvo más tarde el indulto presidencial estadounidense, aunque -eso sí- después de la entrega de grandes sumas de dinero para las campañas demócratas (entre ellas la de la senadora Hilary Clinton, esposa de Bill), y otros llamativos regalos.
El nombre de don Juan Carlos, cuyo trato con Rich es todavía un misterio, fue en su momento de los más destacados a la hora de pedir la concesión de ese perdón, y nos refiere directamente al mundo de las relaciones internacionales en su faceta más turbia. Quizá los orígenes estén al principio de todo, en plena juventud del magnate, cuando Rich dirigió con éxito la oficina comercial de la multinacional Philipp Brothers en Madrid entre 1964 y 1974. Un tiempo en el que pudo afanarse a estrechar lazos con personas cercanas tanto a la dictadura y a la actual Familia Real... y cuyas consecuencias todavía siguen resonando.