Si comparásemos una foto de Christina Aguilera de hace tres años con una de ahora nos sorprendería el gran cambio que ha sufrido su cuerpo. Unos kilitos de más, con los que ella, a pesar de lo que digan, está conforme. Sus kilos de más no son algo que le dé dolores de cabeza, en su vida lo más importante es que "su hijo este sano y feliz".
Tanto es así que durante una ceremonia oficial en la que la cantante fue premiada por la mismísima Hillary Clinton, la secretaria de Estado de EEUU no pudo evitar quedarse mirando el generoso canalillo de la cantante.
Ocurrió en una gala organizada por el gobierno de los Estados Unidos en la que se reconoció a Aguilera a su labor para combatir el hambre y la desnutrición infantil en América Latina.
La secretaria de Estado entregó el premio a Aguilera, que fue reconocida por su labor con el Premio de Liderazgo George McGovern por sus contribuciones para disminuir el problema global del hambre. Y no pudo evitar quedarse impresionada por la figura de la cantante.
Aguilera, que está ahora mismo ultimando su nuevo disco Lotus, fue nombrada en 2007, "embajadora contra el hambre" del Programa Mundial de Alimentos (WFP) de Naciones Unidas.