José Bono presentó el primer volumen de sus diarios hace unas semanas, Les voy a contar. Con motivo del libro, Rosa Villacastín ha entrevistado en Diez Minutos al político socialista, que elude temas sobre su divorcio y su familia, pero se aventura sin problemas a comentar su etapa en la política, asegurando entre otras cosas que el poder "no crea adicción", poniéndose a sí mismo como ejemplo. "Yo dimití como ministro de Defensa pese a que aparecía en las encuestas como el miembro del Gobierno más valorado".
"Tengo 61 años estoy muy a gusto en mi vida personal, profesional y familiar. No volveré a la política activa", asegura Bono, incluso en el caso de que el PSOE le ofreciera ser candidato a la presidencia: "Primero, no me lo van a proponer, y segundo, no aceptaría".
Dice Bono que su decisión de no seguir en política se debe a motivos familiares. "De seguir en la política me habría sido imposible dedicar a mi hija pequeña el tiempo que hoy le dedico. Hubiera tenido que optar entre política y familia". Y va más allá en su reflexión: "Ahora comprendo mejor la injusticia que soportan las madres que no tienen ayuda ni medios económicos. Recoger a mi hija del colegio todos los días, levantarla, desayunar, hacer los deberes con ella...".
Bono asegura que ha aprendido mucho en este período en el que ha estado cuidando de su hija y con sus nietos. "Siempre hay que aprender, por ejemplo, a respetar que los jóvenes tengan un ámbito de libertad que yo no tuve nunca".
Bono también aborda en la entrevista el estado de la monarquía. Bono se muestra seguro de que la institución sobrevivirá a esta época de cambios sociopolíticos, por la "gratitud histórica de los españoles hacia el Rey y la valía personal del heredero", a quien califica como una persona "preparada, amable y muy conocedora de la realidad".
Sobre el arrepentimiento del Rey de sus últimos excesos, que le llevó a pedir perdón públicamente, asegura que "el Rey, frente al engreimiento y la soberbia, mostró una actitud arrepentida, sencilla y hasta humilde. Eso engrandece e impide regalar bazas al adversario". Y sobre la infanta Cristina y la posibilidad de que renuncie a sus derechos sucesorios, Bono considera que pese a no tener "nada" contra ella y no "desear daño personal" para su marido, su conducta "no ejemplar" no debería "dañar al Jefe de Estado o al príncipe, que no son culpables".
Preguntado por el secreto de su éxito, Bono no hace gala de modestia, precisamente. "Soy conocedor de muchas limitaciones, y quizá por ello, he tratado de compensarlas intentando ser cercano. No sé hacer política en la distancia, ni con desafecto, por eso busco la cercanía amable, un patrimonio espiritual que trato de cultivar". En su tiempo libre, Bono confiesa dedicarlo a ejercer "de abogado, escribir mis diarios, y el resto se lo dedico a Sofía, mi hija pequeña, con la que vivo".