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El misterio tras las gafas de sol de Antonia Dell’atte

La revista Hola desvela el secreto de Antonia Dell’atte, que lleva un año y medio oculta tras unas gafas de sol y alejada de la vida pública.

La revista Hola desvela el secreto de Antonia Dell’atte, que lleva un año y medio oculta tras unas gafas de sol y alejada de la vida pública.
Antonia Dell'atte | Cordon Press

Antonia Dell'atte ha estado alejada durante un año y medio de la vida pública y sólo se ha dejado ver con el rostro cubierto por grandes gafas oscuras. Los medios de comunicación especularon durante mucho tiempo sobre las razones por las que la modelo llevaba gafas de sol incluso de noche: se habló de operaciones estéticas, pero nadie lo sabía a ciencia cierta. Finalmente, Antonia Dell'atte ha explicado a la revista '¡Hola!' sus motivos.

La razón de las gafas no era ninguna de las razones anteriores, sino un caso grave de hipertiroidismo, un desajuste en el que la glándula que produce un exceso de hormonas que desestabilizan totalmente el organismo.

Uno de los efectos fue una tremenda hinchazón en los ojos, un cambio que afectó mucho el humor y los hábitos de Antonia. "Un día de verano te despiertas y comienza la pesadilla. Tenía los ojos hinchadísimos y desproporcionados. Era como estar viviendo la metamorfosis de Kafka. En unas semanas, todas las facciones habían perdido su forma".

La exmujer de Alessandro Lequio comenzó a tratarse cinco meses después de que comenzasen a hincharse sus ojos. Según sus palabras, mientras otros especulaban con cirugía estética "yo estaba inflándome a cortisona". "Nadie sabía lo que estaba pasando", dice. Al cambio físico, además, se añadió una hipersensibilidad: "Me decían algo y estallaba en llanto", hasta que una analítica le dio los resultados adecuados el pasado mes de diciembre.

"Sufría de hipertiroidismo galopante, que había desembocado en una inflamación de la córnea gravísima".  Giorgio Armani, con quien Antonia ha trabajado desde su juventud, le recomendó que utilizase grandes gafas oscuras para ocultar la hinchazón de sus ojos. Antonia sólo tiene buenas palabras para el modisto: "No me ha fallado jamás, tampoco en este momento de mi vida".

Antonia Dell’Atte llegó a refugiarse en Italia, en un antiguo convento de monjas de la ciudad de Ostuni. Tras un largo tratamiento, que ha incluido quemar su tiroides con radiación, y tener que tomar pastillas de por vida, la italiana ha vuelto a mostrar sus ojos, y asegura que se siente más fuerte ante la vida. Ha conseguido evitar la cicatriz en el cuello, ya que no fue necesario operar, sino que se optó por una terapia radiometabólica: es decir, quemarle la glándula con medicina nuclear.

Ahora, Antonia siente que ha superado la enfermedad, que está "serena" y prepara proyectos nuevos para el año que viene. Además, pasará la Navidad en familia. "Tuve que convivir con la enfermedad casi cinco meses sin tener diagnóstico, y claro que pensé que no volvería a ser la que fui. Me resigné y recé como jamás en mi vida había hecho".

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