El programa Sálvame ha emitido esta semana un extenso reportaje sobre la venta, por parte de un intermediario desconocido, de unas supuestas imágenes de la primera boda de la princesa Letizia con el escritor Alonso Guerrero hace ahora quince años. Un familiar o persona del entorno del ex de la princesa las habría recopilado cuando se anunció el compromiso real con don Felipe, y ahora habría ofrecido al programa las imágenes por nada menos que 600.000 euros.
El precio de las cuatro instantáneas alcanzaría esa astronómica cifra y muestra a los novios, ya como marido y mujer, a las puertas del Ayuntamiento de Almendralejo, localidad natal de él y donde se casaron el mes de agosto de 1998, y también en el salón El Paraíso, donde posteriormente se celebró el banquete de invitados. El intermediario, que se reunió el pasado 28 de diciembre con dos personas del equipo de Salvame en el Palace de Madrid, ha ofrecido cuatro fotografías pero también el menú de la boda.
La propia princesa pidió que las imágenes de la boda civil, oficiada por Manuel Jesús Morán, del PP, desaparecieran de la circulación una vez tuvo lugar su boda con el príncipe. No obstante, podría haber vecinos del lugar que guarden imágenes del enlace, una unión que se prolongó muy poco tiempo, aunque Letizia conocía a Guerrero de diez años antes. La princesa, contaron en el programa, lloró mucho una vez se produjo la ruptura.
Durante la ceremonia, y tal y como mostrarían esas imágenes, Letizia vistió un traje de Vittorio y Lucchino y fue peinada por una peluquera local. El peinado de la ahora princesa fue uno de los debates en el programa de Telecinco: algunos aseguran que llevaba una trenza, otros que aparece con el pelo suelto. En su mano, eso seguro, un modesto ramo de margaritas. La noche de bodas tuvo lugar en el Hotel Espronceda.
Tras la separación, que tuvo lugar durante su etapa en CNN +, Letizia fue enviada nada menos que a Afganistán. Su reputación profesional fue creciendo, hasta que conoció a don Felipe. Se levantaba todos los días a las dos y media de la mañana en su apartamento de Rivas Vaciamadrid.
Alonso Guerrero salió a colación hace pocos meses a raíz de un reportaje en una revista portuguesa, en la que el novelista aseguraba haber rechazado sustanciosas ofertas de cadenas de televisión para hablar de la futura reina del país. Se trata de una muestra más del interés por la vida de la princesa antes de que entrase de lleno en la agenda oficial de Zarzuela, incluso antes de que conociera a don Felipe.
Después de que se oficializase el compromiso, el expediente de divorcio con Guerrero quedó guardado en los Juzgados de Arganda del Rey y Zarzuela –como también el propio ex de Letizia, siempre ajeno a polémicas- emplazaron a sus antiguas parejas, así como a familiares de ambas partes, a mantenerse alejados de los medios.