Raquel Mosquera, que hace poco fue noticia a raíz de sus recientes problemas de salud, es la protagonista de un desconcertante reportaje en Lecturas, en el que la peluquera trata de mantener vivo el recuerdo de su primer marido, el fallecido Pedro Carrasco... con unas imágenes de ella y su hija en el cementerio llevando flores a la tumba del exboxeador, desaparecido en 2001.
Las cámaras de Lecturas siguieron a Mosquera el viernes por la tarde tras recoger a su hija en el colegio hasta un destino que resultó ser el cementerio de Carabanchel, donde está enterrado Carrasco. A la peluquera, sin embargo, no le importó atender a los periodistas una vez presentados los respetos a su marido, al que "tiene siempre presente", y más cuando se acerca el aniversario de su muerte, momento en el que siempre está "más sensible, más nerviosa".
"Los primeros tres años después de la muerte de Pedro fueron horribles, me costaba mucho hablar de él", dijo Mosquera a la revista, mientras en las imágenes aparece con la pequeña Raquel, su hija, que tal y como asegura "es la primera vez que me acompaña a visitar la tumba de Pedro". "Me ha preguntado por una frase de la lápida que yo quise que pusieran y que dice 'Amarte fue muy fácil, olvidarte será imposible'. Raquelita enseguida lo ha entendido". También revela que la niña le ha preguntado "si él está aquí... ¿cómo es que está en el cielo?". Y "la pobrecita también me preguntaba si podríamos abrir la lápida... Estaba muy sorprendida".
También señala la particular fecha para visitar la tumba de Carrasco, que de todas formas no cae en día 27, cuando falleció. "El 27 cae en domingo y como es un día que las familias aprovechan para visitar a sus seres queridos, por eso prefiero ir un día laborable".
Raquel Mosquera también escarba en el recuerdo, asegurando que una vez que falleció "tenía una pelea con Pedro, le preguntaba '¿por qué me has dejado?' Ahora ya no le reprocho". Y no parece abrir puertas al amor. "La persona de la que más enamorada he estado ha sido Pedro, aunque también me enamoré del padre de mi hija, Toni Anikpe, pero no fue lo mismo. De Pedro no me divorcié, lo perdí...". Y preguntada por la revista sobre la limpieza de la tumba, Mosquera se lamenta de que "que yo sepa, soy la única que cuida la tumba de Pedro Carrasco, pero no lo sé".