Casualidad o no, conocemos la noticia de que Carmen Martínez Bordiú podría dejar a José Campos por el chatarrero más famoso de España, el propietario de Desguaces La Torre, el mismo día que el príncipe de Asturias ha presidido el acto en el que se ha autorizado el desarmado y posterior subasta del portaaviones que lleva su nombre. Curiosa coincidencia. Felipe de Borbón ha estado este miércoles en la Base de Rota supervisando el último viaje del que, hace unos años, fue el buque insignia de la Marina española.
Mientras, su cuñado, Iñaki Urdangarín, ha dado hoy un nuevo giro a su estrategia de defensa anunciando que va a recurrir la fianza que le han impuesto a través de un recurso de 16 páginas que ha presentado su abogado y que incluye perlas como que su cliente está sufriendo “indefensión irreparable” en esta investigación, o que en definitiva los eventos organizados por Nóos en Valencia y Baleares obtuvieron “éxitos” notables. Y que por ello no descarta acudir al Tribunal Constitucional. El escrito no está exento de ironía: dice Pascual Vives que le resulta “inverosímil” que Urdangarín fuera “irresistible” para los políticos que le contrataban, y que no se dejaron “doblegar ante la supuesta luz cegadora que emanaba del duque por su condición de pariente real”, para obtener “ algún favor regio”. Por cierto: ninguno de los dos ha conseguido el dinero necesario para hacer frente a la fianza, por lo que sus bienes serán embargados.
La Casa Real, que va varios pasos por detrás de todo esto, este miércoles ha respondido a las informaciones que vienen circulando desde el fin de semana, según las cuales la infanta Cristina habría sido presionada para que se divorcie o renuncie a sus derechos dinásticos. Un portavoz oficial de la Zarzuela ha desmentido esta información.
Los Urdangarín no son los únicos miembros cercanos a los príncipes de Asturias que están inmersos en un proceso judicial. La otra parte de la familia, los Ortiz, podrían tener que sentarse en el banquillo de los acusados si la Fiscalía, a petición del juez, considera que hay materia delictiva para abrir un juicio penal a la abuela de la princesa, Menchu Álvarez del Valle, su padre, Jesús Ortíz, y su tía Henar. De momento, las diligencias de instrucción de la causa que se sigue contra ellos por un presunto delito de alzamiento de bienes han concluido.
Aunque no todo van a ser malas noticias para la abuela de Letizia: Menchu Álvarez del Valle y la hermana de ésta, Marisol del Valle, han sido galardonadas con un Premio Nacional de Radio, como reconocimiento a su trayectoria en este medio. La abuela de la princesa, retirada de las ondas desde hace años, coincidirá en la gala de entrega con los otros premiados, entre los que figuran el periodista Manuel Aznar, Federico Mayor Zaragoza y Concha García Campoy. No estaría mal que su nieta apareciese en la gala.
En cuanto a las revistas de esta semana, cabe destacar la portada de Hola, que tira de chascarrillo sacado de una serie para titular una foto de los príncipes: “Amor en tiempos revueltos” (tiene más carga de profundidad de lo que pensamos: es la primera vez que en Hola se mojan de esta manera). Mucho más interesantes que las imágenes de Letizia y Felipe paseando, son las de la princesa con sus hijas merendando en una cafetería. O las del duque de Alba, Alfonso Diez, en plena sesión de ictioterapia (los peces que te comen las pieles muertas de los pies) durante su ruta por Tailandia. Y una información que puede que de mucho de sí: según Love, Telma Ortiz podría haber encontrado trabajo, un puesto en la ONG Mensajeros de la Paz.