La baronesa Thyssen aparece esta semana en Lecturas asegurando, entre otras cosas, que ha vuelto a hablar con su hijo Borja, del que está distanciada desde hace años sin que la llegada del hijo de éste, Enzo, haya logrado limar del todo las diferencias.
No obstante, Carmen Cervera reconoce que existen posibilidades de acercamiento. En la inauguración de una exposición del fondo Thyssen en Tarragona, la baronesa asegura que, respecto a su hijo, "nunca" ha tirado la toalla y "nunca la tiraré. Sigo pensando que algún día llegará la reconciliación".
Reconoce además que "no hace mucho hablamos un poquito, después del nacimiento de Enzo, y estuve muy feliz de vernos. ¡Si no hay falta de cariño! Son las circunstancias las que nos separan... Hay cosas en medio de nosotros y espero que se solucionen todas...".
La baronesa también habla de un encuentro casual con su hijo Borja y la mujer de éste, Blanca Cuesta, en un restaurante. "Fui a comer y me encontré a Borja, Blanca y Sacha. Yo no les vi al entrar, me lo dijo el camarero", explica Carmen Cervera a Lecturas. Preguntada por si se saludaron, asegura que "por supuesto" y que, incluso, les felicitó las Navidades... "No fue violento. ¡Al menos pude ver al niño!".
La baronesa, sin embargo, sigue dejando caer datos sobre su enemistad con Blanca, la esposa de Borja Thyssen. Sobre la reciente inauguración de su exposición de cuadros, asegura que "se olvidaron de invitarme, me imagino... Tenían mucha gente".
En general, su actitud ante la vida es siempre optimista. "Se nace optimista o no. Siempre pongo al mal tiempo, buena cara. El no ya lo tienes, hay que buscar el sí".