La reina Sofía vuelve a sonreír al mal tiempo a la puerta de la clínica en la que operaron al Rey este domingo, y a la que, de nuevo, ha acudido, a visitarle acompañada de sus hijas. Las infantas también se han mostrado sonrientes, especialmente Cristina, que cada día debe estar más segura de que no se va a sentar en el banquillo. Sobre todo desde que el Fiscal del Caso Nóos ha decidido que no ve razones para imputarla. Debió convencerle la declaración de Urdangarín hace dos fines de semana, cuando dijo que su mujer estaba en el Instituto por su “voluntad máxima de dar transparencia y normalidad a las cosas”, además de por “comodidad, formalismo y por ser una persona cercana”. Al poder y la influencia, se entiende. Y Pascual Vives diciendo que lo que le inquieta es la “condena social” que están sufriendo los duques de Palma.
La visita de doña Sofía ha sido corta, porque tenía que hacer frente a sus tareas institucionales. La Reina ha reconocido ante los periodistas que Juan Carlos va a comenzar ya a dar pequeños paseos, esperemos que con mejor resultado que en sus anteriores –y quizá demasiado rápidas- recuperaciones. Este martes puede seguir desde la cama la pregunta que va a formular en el Senado el portavoz del PNV Iñaki Anasagasti. Aunque no va a mencionar el nombre de Corinna para evitar el veto, sí va a preguntar en qué consisten todas esas tareas de mediación tan importantes que confiesa haber realizado la amiga entrañable del Rey.
Isabel Pantoja también podría hablar algo de “condena social” mientras espera la judicial. La cantante ha perdido 13 kilos desde que comenzó el juicio del Caso Blanqueo, y ahora sólo disfruta cuando está con su nieto, el pequeño Francisco. Tampoco su hija le está dando muchas alegrías, ya que, al parecer, se habría enamorado de un joven de etnia gitana que no es del agrado de la familia de la tonadillera. Chabelita estudia ahora interna en un colegio, para evitar tentaciones. Mientras, Kiko Rivera se está dedicando a ganar dinero con sus pseudo-producciones musicales, y dicen que podría firmar en breve un contrato con Antena 3 para protagonizar un reality al más puro estilo Alaska y Mario. Salvando las distancias, claro.