El análisis de los datos de audiencia del pasado lunes ha cambiado las tornas entre Antena 3 y Telecinco. Mientras la primera llevaba dominando el panorama durante dos semanas con el estreno Splash, ocultando las aventuras de los participantes de Gran Hermano 14, el día de ayer se cambiaron los papeles, siendo el programa de Telecinco el preferido de la audiencia y confirmando el hundimiento de Splash semana a semana.
Splash pierde, en efecto, cuatro puntos respecto a la semana pasada, que son ya diez desde su estreno hace dos, con Falete saltando a la piscina: 16,6% de cuota de pantalla y 2.670.000 espectadores, publica Vertele. Los responsables de Antena 3 tendrán que sacar los ases bajo la manga, si es que los tienen, para poder batir a Milá y su GH, que ayer batió su propio récord de esta edición alcanzando un 18,9% de share, unos 2.694.000 de espectadores.
El salto de Romina Belluscio, que tuvo que ser juzgado por Guti, su pareja en la vida real, no logró interesar tanto como la enésima polémica del programa de Telecinco, con Mercedes Milá abroncando y expulsando al Danny inclumpliendo el contrato con la cadena al desvelar que era concursante del programa. Por otro lado y al margen de la expulsión, las votaciones del programa decidieron que Iván, otro de los participantes, también debía abandonar la casa.
"A Gran Hermano no se viene a hacer negocios, se viene a concursar", dijo Milá al DJ, el primero de los dos expulsados de la noche. "Gran Hermano ha terminado para ti y nada que se parezca a esta televisión porque no la vas a pisar", fue lo más suave que dijo al concursante. Ambos, Danny e Iván, serían sustituidos por dos nuevos casi en el acto. Un ir y venir que sedujo más a la audiencia que los saltos de Antena 3.