Iñaki Urdangarín podría mudarse a Qatar para ayudar al hasta hoy seleccionador nacional de balonmano, Valero Rivera, que en breve entrenará al equipo nacional del emirato. El todavía yerno del rey ayudaría a preparar el Mundial de balonmano de 2015, que tendrá su sede allí. No sabrán que ninguno de los proyectos deportivos ideados por el Duque de Palma llegó a realizarse, y que incluso está imputado por obtener dinero por ello. De momento se desconoce si le acompañarían su mujer, la infanta Cristina, y sus cuatro hijos, y cómo afecta su imputación y futuro juicio. La verdad es que es una zona en la que el rey Juan Carlos siempre ha presumido de tener muchos amigos.
Los responsables de prensa de Zarzuela y la Casa del Príncipe deberían llevar ya horas tratando de minimizar los efectos de la publicación de Adiós Princesa, el libro escrito por David Rocasolano, primo hermano de Letizia, en el que cuenta supuestas intimidades de su familia con la única intención de hacer daño no a la institución, ya bastante tocada, sino a la futura reina de España. Los avances que se han filtrado son tan escabrosos que llama la atención que nadie dentro de Palacio haya hecho lo imposible por suavizar el contenido de la publicación. Da la sensación de que, aunque sea por un rato, viene bien que todas las miradas se centren en Letizia y no en el resto de la Familia Real, una parte de ella imputada y la otra sufragando su defensa.
Quizá Javier Ayuso, actual jefe de prensa de la Casa Real, estaba ocupado digiriendo la información que publica El Mundo este domingo: el pago de 116.000 euros que hizo a Nóos hace ocho años, cuando era director general de Comunicación e Imagen del BBVA, por "un puñado de powerpoints lleno de perogrulladas" probablemente cortado y pegado por Urdangarín y su socio. Otra prueba del caos de la Comunicación de la Casa es el viaje que emprende doña Sofía este lunes por Mozambique, país en el que va a pasar los próximos tres días, y en el que no se descarta que vuelva a estallar una guerra civil en las próximas horas.
Mientras, en un fin de semana en el que varios medios debaten sobre el futuro de la Monarquía, El País publica una nueva encuesta en la que el rey obtiene, por primera vez para este diario, valoración negativa, sobre todo entre los jóvenes: hasta los inspectores de Hacienda están mejor vistos, y eso que la encuesta se realizó antes de conocerse la imputación de su hija Cristina. De nuevo el príncipe Felipe se convierte en el único miembro de la Familia Real que saca buena nota.