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Las incógnitas de la herencia de Sara Montiel

Días después de la muerte de la estrella, todavía existen dudas sobre el alcance de su legado.

Días después de la muerte de la estrella, todavía existen dudas sobre el alcance de su legado.
Sara Montiel y su hijo Zeus, en una imagen de 2004 | Cordon Press

Tras la muerte de la estrella, llegan los problemas con su herencia. La prensa rosa de esta semana desgrana algunos de los problemas que lleva consigo el legado de la estrella, que en su momento de gloria fue casi incalculable, pero que ahora es todo un enigma.

Mientras algunos cercanos a Montiel aseguran que es millonario, como Marujita Díaz, otros íntimos como el cirujano Antonio Tapia aseguran que vivía modestamente y que ni siquiera tenía tarjeta de crédito, pagando en ocasiones en joyas.

Algo que, en definitiva, podría convertirse en un problema para sus hijos, Thais y Zeus, y que es objeto de investigación desde que Sara Montiel nos dejase a los 85 años. El testamento que Sara redactó en 2008 es el último que ha trascendido, y en él dejaba a sus hijos sólo los pisos, mientras las joyas y los cuadros eran para terceras personas.

Pero tal y como publica la revista Semana, ese texto es hoy irrelevante, puesto que ha sido revocado y se sabe que existe otro en el que los hijos figuran como herederos universales.

En su antiguo testamento figuraba como albacea su exadministrador Francisco Fernández, al que Sara demandó por presunta apropiación indebida. Él respondió con otra demanda, esta por intromisión al honor, y como el primero todavía sin resolverse y a expensas de si deciden continuar con ello sus herederos.

Thais y Zeus, por su parte, ni trabajan ni tienen ingresos conocidos aparte de los de su madre. Por lo que tendrán que administrar el patrimonio de ésta, incluyendo un piso familiar en el barrio de Salamanca que la actriz quiso vender sin éxito para recuperar patrimonio. El piso, en Núñez de Balboa, tiene 250 metros cuadrados y 150 de terraza.

Pero además, figuran también tres apartamentos en la misma zona, dos estudios de 40 metros cuadrados en Malasaña, y un piso de Barcelona. Se trataba de su principal fuente de ingresos mediante alquileres. Los astronómicos gastos de mantenimiento podrían ser la causa de la bancarrota de la estrella, ya que ascendían a 10.000 euros mensuales, publica Semana. Nada queda, eso sí, de los dos teatros, el bingo, la plaza de toros, la librería, el barco y el chalet y el piso en Palma, que Pepe Tous dejó a sus hijos adoptivos y no a Thais y Zeus.

El abogado de Sara Montiel, mientras tanto, asegura que no va a haber problemas con su testamento, ya que quería a sus dos hijos por igual. No obstante, no despeja dudas sobre si parte de sus bienes pudieran estar a nombre de terceros, algo que se ha venido comentando desde su muerte. O que ésta pudiera esconder joyas en lugares inesperados y sin informar a sus herederos.

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