Marina Castaño, la viuda de Camilo José Cela, hablaba por primera vez sobre su próxima boda en la revista ¡Hola! Ella aseguraba que "está muy ilusionada" porque está viviendo un periodo lleno de buenas noticias en su vida.
Explica la futura novia que le encanta que todo el mundo "celebre su noticia". "Es fantástico que, allá donde voy, todos me dan la enhorabuena y brinden por mi felicidad" asegura Castaño en la revista. Sin embargo, lo más llamativo es que lo que más le satisface de esta boda sea las felicitaciones que recibe y los preparativos de este evento.
El problema principal de esta celebración es que Marina va a perder todos sus honores, recibidos por ser la mujer del autor de La Colmena, no por méritos propios. En el momento que decida dar el "sí quiero" perderá su título nobiliario, que tanto le gustaba usar. Además, dejará de ser marquesa viuda, otro honor que adquirió tras la muerte del escritor.
La razón es la última voluntad del escritor, que dejó claro antes de su muerte que su mujer sería miembro nato de la fundación pero sólo mientras fuese su "legítima esposa" o su "viuda", tal y como publica El País. Marina perdería no sólo ese título nobiliario (marquesa viuda de Iria Flavia) sino la presidencia honorífica de la fundación Camilo José Cela que lleva aparejado y que ahora ostenta. Aunque la institución pasó a manos de la Xunta, que elaboró unos nuevos estatutos, ese punto concreto de la voluntad de Cela prevalece.
Sin embargo, a pesar de estas desgracias, ella sigue adelante con la boda. Asegura en ¡Hola! que "es extraordinario" e inimaginable que la vida le haya dado "una segunda oportunidad". La vida no deja de sorprenderle, principalmente porque nunca "esperaba volver a enamorarme así".
El afortunado, Enrique Puras, tampoco se queda corto en patrimonio. Se trata de un eminente cirujano cardiovascular, jefe de servicio en las clínicas Quirón, Cemtro, y el Hospital de Alcorcón. La boda será en su casa de la capital, en una ceremonia civil e íntima con la familia y amigos más cercanos.