El martes la Reina Beatriz abdica y convierte a su hijo en el primer Rey del siglo XXI. A punto de cumplir los 75 años, lo hará el jueves, ha decidido dejar paso a las nuevas generaciones. Guillermo Alejandro y Máxima se convertirán en los primeros Reyes de esta nueva remesa de príncipes herederos.
En estos días de celebración hay dos ausencias importantes. No solo los padres de la futura reina consorte no asistirán. Tampoco lo podrá hacer Friso, segundo hijo de la Reina. Un alud de nieve lo dejaba en coma el año pasado mientras esquiaba. Un duro trance en el que la Reina y toda la familia quedó desolada.
La reina Beatriz antes de retirarse ha querido despedirse de su pueblo. Lo primero que ha hecho ha sido darle las gracias por "la confianza mostrada" en su "labor durante los hermosos años pasados a vuestro servicio".
Responsable con su pueblo y de su hijo y su nuera, ha invitado a los holandeses a recibir con los brazos abiertos Guillermo y Máxima como reyes: "Estoy segura de que están preparados para asumir esta responsabilidad".
Para la todavía Reina es "un momento precioso para tomar distancia". Dejará de ser Reina para convertirse en Beatriz, y poder dedicarse todavía más a Friso. La Reina podrá trasladarse, sin las responsabilidades que como Reina tiene, a Londres donde Friso permanece ingresado en un hospital.
A pesar de toda la alegría que se vive en estos momentos, la falta del hijo mediano de la Reina será un motivo de tristeza.