Una de las parejas más bellas y mediáticas del audiovisual español es la formada por Blanca Suárez y Miguel Ángel Silvestre, apodado El Duque por el que todavía es su papel más famoso, el de la serie Sin tetas no hay paraíso.
Hace unos días la periodista Beatriz Cortázar desveló en exclusiva el alejamiento de ambos, una más que posible ruptura que, sin embargo y tal y como publica ahora Sálvame, la pareja habría logrado atajar "in extremis".
Al parecer, todo ocurrió después de una gran bronca que casi acaba con la relación. Los dos actores tuvieron una fortísima discusión durante sus vacaciones de Semana Santa en Cádiz, desencadenada precisamente por la presencia de un paparazzi que andaba tras ellos.
El enfado de Miguel Ángel Silvestre fue tan grande, explica Sálvame, que acabó discutiendo con la propia Blanca Suárez. El actor decidió abandonar el hotel apresuradamente y volver a Madrid, dejando a la actriz plantada en Cádiz.
No obstante, y según esta versión de los acontecimientos, Silvestre no tardó en recular y en pedir perdón a su novia, que aceptó inmediatamente. El actor consiguió arreglar las cosas antes de que el asunto pasara a mayores.
La pareja estaba inmersa en la promoción internacional de su última película, en la que -pese a no compartir escenas- son dos de los muchos protagonistas. La película es Los amantes pasajeros, de Pedro Almodóvar, y para darla a conocer la pareja visitó Roma y Francia, aprovechando los compromisos comerciales para reconquistarse mutuamente. Más tarde viajaron a Tailandia y, a su regreso, se encontraron con la noticia de su ruptura, publica Sálvame. ¿Se repetirá la crisis o todo irá sobre ruedas?