Para la revista Semana empieza la "cuenta atrás" de la boda entre la princesa Magdalena, la hija menor de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, y su prometido Christopher O’Neil. La boda será el 8 de junio, y ya se saben casi todos los detalles de este enlace tan esperado.
El pasado 19 de mayo se celebró la lectura de las amonestaciones, una tradición centenaria a la que también acudieron los reyes de Suecia y sus seres más queridos. El lugar escogido para esta lectura fue el Palacio Real de Estocolmo. Tras el acontecimiento, la revista explica que el futuro matrimonio "recibió su primer regalo de boda", un juego de cuatro candelabros diseñados por el orfebre Sigurd Persson, obsequio del parlamento y el gobierno sueco. Sin embargo, la pareja, Magdalena y Chris, ha explicado que prefieren "recibir donaciones que harán llegar a algunas asociaciones infantiles, como Worl Childhood Foundation", centro en el que trabaja la princesa.
Del futuro enlace se saben casi todos los detalles, como que será una ceremonia religiosa que se celebrará a las cuatro de la tarde en la capilla del Palacio real. La pareja recorrerá Estocolmo en un carruaje, hasta llegar a la isla de Riddarholmen. De ahí, se trasladarán en barco al palacio de Drottningholm, con todos sus invitados, porque ahí será el banquete. El chef elegido para encargarse del menú nupcial es Stefano Catenacci.
De lo único que no se ha desvelado nada, y todo son suposiciones, es del vestido de la novia. El magacín explica que se habla de Valentino como la opción más probable. Pero, también sale el nombre de la diseñadora sueca Linda Nurk. El tema de la tiara que llevará Magdalena también está siendo muy recurrente. La prensa cree que la diadema que va a lucir es la de los camafeos, pero sobre este asunto tampoco se han pronunciado.
Lo que sí que se sabe es que la pareja seguirá viviendo en Nueva York después de su matrimonio. Además, la Casa Real ha asegurado que Magdalena mantendrá "la cuarta posición en al línea de sucesión", además de todos los títulos de duquesa de Hälsingland y Gestricia, y la asignación que recibe del Estado sueco.
Sin embargo, el futuro marido de Magdalena, Christopher O’Neil, "no tendrá ningún título" a petición propia. La revista asegura que prefiere "seguir siendo un ciudadano privado y no recibir ninguna dignidad real". Ya solo nos queda esperar a que llegue el 8 de junio para disfrutar de esta boda tan esperada.