El lunes las infantas Elena y Cristina de Borbón asistieron al solemne funeral en memoria del padre de Carlos García Revenga, que falleció el pasado 27 de mayo a causa de una enfermedad. La triste ceremonia tuvo lugar en la capilla del Colegio Jesús María de Madrid, informa Europa Press.
Pese a conocerse en enero la imputación de García Revenga en el caso Nóos, el secretario de las infantas ha sido visto en compañía de las infantas en numerosas ocasiones. Lejos de romper su relación profesional y personal con ellas, García Revenga no se ha distanciado de las hijas del Rey, y por tanto de la institución, pese a la sucesión de escándalos.
Revenga, que en su declaración exculpó a la infanta Cristina en el caso Nóos, se ha dejado ver junto a la primogénita de los Reyes en varias ocasiones, aunque fuera al margen de actos oficiales, por ejemplo asistiendo a los toros en Las Ventas o visitando a su hermana por su reciente cumpleaños.
Un nuevo ejemplo fue el dado por la infanta Elena, que se dejó ver arropando a su asesor personal tras el fallecimiento de su padre, Agapito García Benito, que murió en Madrid el pasado 27 de mayo.
El lunes, el propio Carlos García Revenga y su familia fueron los primeros en llegar hasta las inmediaciones de la parroquia. El asesor personal de las Infantas se mostró muy pendiente de su madre en todo momento, informa Europa Press.
Minutos antes de dar comienzo la ceremonia llegaron las infantas Elena y Cristina, ésta última recién llegada de Barcelona, donde mantiene su residencia. A continuación se dirigieron hacia la escalinata del colegio, donde doña Cristina saludó cariñosamente con dos besos a García Revenga. El que fuera su secretario se mostró muy emocionado tras intercambiar algunas palabras, y no pudo evitar echarse a llorar.
Tras ella su hermana Elena también mostró su apoyo al que siempre ha sido y será su mano derecha. Instantes después las Infantas entraban en el interior de la iglesia donde se oficiaría el funeral.
También asistió a la ceremonia Nuria March, y es que la que fuera mujer de Jaime Martínez Bordiú mantiene una estrecha relación con la familia García Revenga desde hace años.
Finalizada la ceremonia, la duquesa de Palma fue la primera en abandonar la iglesia, saludando a un grupo de gente que esperaba su salida al final de la escalinata. Minutos después aparecía su hermana Elena conversando con algunos de los presentes.
El último en abandonar las instalaciones fue el propio Revenga, que esperó pacientemente a su madre para ayudarla a bajar la escalera. A continuación se reunió nuevamente con las infantas. Mientras que doña Cristina se marchaba en un coche acompañada por sus escoltas, doña Elena hacía lo propio conduciendo su vehículo.
Carlos García Revenga, que en 1993 comenzó a desempeñar su puesto de asesor y secretario de las Infantas, se encuentra pendiente de una decisión del juez instructor del caso Nóos, José Castro, desde que declaró como imputado el pasado 29 de enero para explicar las funciones que había realizado en el Instituto Nóos durante su etapa de tesorero.