La hija de don Leandro, Blanca de Borbón, está viviendo uno de los momentos más duros en su vida. Como le ha confesado a numerosos medios del corazón, hace poco le detectaron cáncer, por lo que tiene que pasar por el quirófano para quitarse el tumor. Después le espera un tratamiento muy duro para poder recuperarse.
Confiesa a la revista Pronto que se enteró de todo porque llevaba varios días con "dolores en una pierna y en el pecho". Al tiempo "le dijeron que era un tumor". Explica que "se encuentra bien" aunque posiblemente sea porque aún no lo ha asimilado. "Se siente optimista", a pesar de que le han advertido los médicos de los riesgos a los que se enfrenta, porque "le pueden quedar secuelas".
Está cansada, pero "no tiene miedo". Va a ser un proceso "largo y duro" y no le queda más remedio que ver el futuro con esperanza, explica Blanca en la revista. Es uno de "los golpes más duros" que ha sufrido la prima del Rey, pero va a luchar "como una jabata". No piensa tirar la toalla, ni por ella ni por su querido hijo. Sabe que tiene que "plantarle cara a este problema que le ha traído la vida".
Confiesa que aún no le ha contado nada a su padre. "Ha sido todo muy rápido y no me ha dado tiempo a avisar", se excusa Blanca de Borbón. Con esta trágica noticia la vida de la prima del Rey ha dado un giro inesperado. Con valentía y optimismo va a luchar por su vida e intentar salir de este duro bache.