La boda entre el extenista Manolo Santana y la colombiana Claudia Rodríguez finalmente no ha tenido lugar. La culpa la tiene, tal y como se deduce de la entrevista que le han concedido a ¡Hola!, un documento que impidió que la unión pudiera materializarse legalmente. No obstante, y tal y como manifiestan tanto Santana como Rodríguez, veinte años menor que él, pese a no poderse celebrar en Wimbledon la boda se producirá muy pronto en Marbella.
"Nos hubiera gustado casarnos aquí, pero lo haremos muy pronto, en Marbella, ante el juez y organizaremos una gran fiesta con amistades íntimas que no han podido venir a Londres". Y es que la pista de Wimbledon trae los mejores recuerdos al tenista: "Hubiera sido increíble", se lamenta en ¡Hola!, que pese a no decir explícitamente que el problema con la boda fue de índole legal, lo deja caer durante la entrevista.
Pero no hay mal que por bien no venga. La boda marbellí tendrá lugar ante un juez y, además, en compañía de amigos íntimos que no han podido acudir a Londres. En lo que a Claudia respecta, lo tiene claro: "Siempre me he sentido su mujer, con o sin papeles. Nuestra vida es una complicidad total en todos los sentidos. Siempre juntos y enamorados como el primer día".
Además, durante su estancia en Wimbledon, Manolo recibió un reconocimiento a su labor como tenista. Hace 37 años se convirtió en el primer español en ganar este torneo, un homenaje que Santana califica de "precioso". "Un homenaje como reconocimiento por haber ganado un torneo de esta magnitud y ser recibido por el presidente de Wimbledon es algo muy importante para mí. Será algo difícil de olvidar, y junto a la mujer de mi vida".