Don Felipe y doña Letizia han presidido en Marín el acto de entrega de Reales Despachos a los nuevos oficiales de la Armada. Y lo han hecho el mismo día de la fiesta del Día del Carmen, patrona de la Armada española.
La llegada de los príncipes fue puntual y según el horario establecido, y a las once y media han entrado en la explanada del muelle de la escuela, donde esperaban los oficiales recién licenciados y los futuros, ante cuatro atriles atestados de familiares venidos de toda España y un nutrido palco de autoridades.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y varios de sus consejeros; el delegado del Gobierno en Pontevedra, Samuel Juárez; el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles; el presidente de la Audiencia de Pontevedra, Francisco Javier Menéndez; y los alcaldes de Marín y Pontevedra han sido algunas de las autoridades que han acudido y saludado la llegada de los príncipes de Asturias.
Estilismo acorde
Doña Letizia volvió a decantarse por un estilismo elegante y acorde a un acto oficial, de los últimos que forman parte de su agenda antes de las vacaciones de agosto. La princesa apostó por colores pastel y una sencilla blusa de color claro, con unos botones adornados, pantalones de lino en tono lila, y unos zapatos de tono rosáceo que combinaban perfectamente.
Sin hacer alarde de complementos o joyas, Letizia Ortiz contrastó con el príncipe, cuyo atuendo marinero resultaba acorde con la ocasión, pero lo hizo de manera elegante e impecable. La princesa estuvo en todo momento muy pendiente de cómo lucía el uniforme de su marido, e incluso se atrevió a corregir alguna que otra arruga en el traje, para que Felipe de Borbón luciera aún mejor en el uniforme. Una muestra más de complicidad entre ambos.
En cuanto al acto en sí, de naturaleza militar, fue precedido por una misa en honor a la patrona de la marina, la Virgen del Carmen, tras la revista a las tropas realizada por el propio Felipe. Más tarde el ministro de Defensa ha iniciado la entrega de reales despachos y condecoraciones a los nuevos oficiales que han obtenido las mejores calificaciones en sus respectivas promociones.
Bocinazos fuera
Los oficiales recibieron despachos entre los vítores de los asistentes para desfilar de nuevo bajo la bandera y el arzobispo castrense pronunció la oración de acción de gracias. No obstante y pese a la ausencia de incidentes, un centenar de afectados por participaciones preferentes y deuda subordinada se concentraron ante la Escuela Naval Militar de Marín para tratar de llamar la atención de los príncipes de Asturias sobre su problema.
La presencia de los afectados, pertenecientes a la plataforma de Vigo y la comarca del Val Miñor, ha sido la principal novedad del acto castrense, junto a la presencia de representantes de la Casa Real, después de que el año pasado no la hubiera por primera vez en la Escuela de Marín.
Los afectados por las preferentes se encontraban a más de cien metros de donde se celebraba el acto -en la Alameda de Marín-, lo que no ha impedido que sus bocinazos se escuchasen con bastante nitidez durante la hora larga que ha durado la ceremonia, ahogados únicamente cuando la propia banda de la Escuela Naval intervenía.