Una tendencia que siempre vuelve con el verano, tanto para la ropa como para decorar nuestra casa, es el ‘total white’ o ‘blanco total’. Una opción que siempre es acertada por la elegancia que desprende este color, pero aún lo es más con la llegada del verano. El blanco aumenta la sensación de frescor, potencia la iluminación natural y, además, consigue el efecto de engrandecer los espacios. ¡Un gran aliado!
El color blanco nunca pasa de moda y tampoco en lo que se refiere a la decoración. Si todavía estás pensando cuál será la tonalidad ideal que predomine en tu casa, un buen consejo es que tengas el blanco en mente. También puedes elegirlo como color protagonista para una zona concreta ya que se adapta a todas, ya sea la cocina, el salón, un dormitorio o el baño. Su elección tiene muchas ventajas, una de ellas es que despierta en nosotros una agradable sensación de limpieza, algo especialmente fundamental cuando hablamos del baño o la cocina.
Otra de las ventajas es la elegancia sutil con que viste la estancia. Un mobiliario sencillo que siga el estilo minimalista parece lucir más cuando es blanco, o un juego de tazas de té colocado con gracia en un rincón del salón se transforma en un original recurso decorativo.
Engrandecer las dimensiones de los espacios y ganar profundidad es otra de las virtudes de esta tonalidad. Un aspecto que siempre es útil aunque tengamos una casa grande, pero que se vuelve fundamental si vivimos en un piso pequeño. Este efecto se multiplica si nos ceñimos al blanco total, usando este color en paredes, techo, puertas y mobiliario, creando un ambiente muy sofisticado. Si no nos gusta este extremo podemos pintar algunas paredes y el techo muy claros, por ejemplo en beige o crema, algo que también nos ayudará a delimitar estancias si nuestra casa tiene una distribución abierta.
Si somos más atrevidos os animamos a combinar el 'total white' con toques de color potente como un rojo o el rosa que vemos en la imagen. De esta forma aportamos más vida y desenfado a la decoración. Estos toques de color aportan mucho estilo cuando se usan en elementos concretos. Por ejemplo, podemos hacernos con una original encimera de color para la cocina, colgar unos modernos cuadros en la pared, adquirir unos llamativos jarrones que adornan la mesa del salón o combinar unas sillas de color muy vistoso con una mesa blanca.
Seguro que os apetece jugar con esta nueva tendencia que tantos beneficios aporta a nuestras casas.