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Saltó desde 1.600 mts

Bultó falleció al no abrirse el paracaídas tras el salto

El aventurero saltó desde una altura de 1.600 metros en Berna. Su cuerpo tuvo que ser rescatado por un helicóptero.

El aventurero saltó desde una altura de 1.600 metros en Berna. Su cuerpo tuvo que ser rescatado por un helicóptero.
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La Policía Cantonal de Berna, encargada de investigar la muerte del aventurero Álvaro Bultó mientras practicaba wingfly, informó de que el español falleció al caer desde un lugar de salidas denominada Dumpster en la zona de Stechelberg, en Berna.

En un comunicado, la Policía informó de que Bultó se encontraba en compañía de "varios colegas" en el momento del impacto. Según la información oficial, el traje "no se abrió por razones indeterminadas y el hombre efectuó así un salto mortal".

"Los servicios de socorro fueron enviados de inmediato al lugar, pero sólo pudieron constatar su muerte", añadieron. Los restos de la víctima fueron transportados en helicóptero a la localidad de Lauterbrunnen.

La Otra Crónica de El Mundo añade este sábado que el salto fue efectuado a una altura de 1.600 metros. Cita el testimonio de uno de los miembros del equipo que acompañaba a Bultó: "Rozó la pared por alguna razón desconocida y perdió toda opción. Se fue directo hacia abajo ya inconsciente. Ha fallecido haciendo lo que más le gustaba: saltar con sus amigos".

El wingfly, una de las últimas aficiones de Bultó, apasionado de los deportes de riesgo, es una modalidad de paracaidismo extremadamente peligrosa. El saltador despliega un traje aéreo tras lanzarse de un avión o desde un punto elevado y planea hasta aterrizar con unas alas que surgen de la equipación.

Estos trajes, fabricados con nailon y manufacturados individualmente, se componen de tres alas, dos en los brazos y una en las piernas simulando la cola de un pájaro, que además incluye unas pequeñas canalizaciones membranosas, de forma que permite la circulación del aire y aumenta la resistencia del saltador a la caída.

Tras el salto, el paracaidista hincha las alas del traje y aterriza desabrochando una cremallera lateral que libera las piernas, informa Efe. Puede alcanzarse una velocidad de 200 kilómetros por hora.

La equipación incluye cascos y gafas y complementos más específicos como una reserva manual que despliega un paracaídas accesorio.

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