La crónica rosa ha vuelto a abordar la "mutación" en la percepción pública de Letizia Ortiz, que a raíz de ciertas informaciones surgidas este verano y a colación de una supuesta crisis del matrimonio, han modificado el cariz de los titulares relativos a la princesa, hasta ahora la figura de la monarquía más cercana a los periodistas... y ella misma una verdadera experta a la hora de cuidar la comunicación y su imagen pública.
Tal y como recordó Beatriz Cortázar, presente en Es la mañana de Federico, estos pasos en falso vienen a raíz del misterio de su destino vacacional, nunca revelado, así como los rumores de distanciamiento sentimental con su marido. Unos rumores que en realidad no son tales, pero que sí han creado una corriente de especulaciones acerca del posible cansancio de la princesa. "Eso se repite muchas veces y al final se hace verdad", señalo la periodista, ya que nadie se molesta en desmentirlo.
Lo que sí es cierto, afirmó, es que la princesa tiene "sus obsesiones", como el de mantener su privacidad pese a su cargo y condición. "Ella cambió a la gente de la casa que trabajaba ahí, debido a su obsesion brutal por conservar su parte de vida privada", recordó Cortázar.
No obstante, de ahí a que exista crisis en el matrimonio, hay un trecho. "Gente muy cercana, no oficial, me dice que en la pareja como tal no hay crisis sentimental. Hay crisis por la presión y tensiones, pero el príncipe está enamorado de Letizia y ella, a fecha de hoy, le corresponde".
No obstante, sí es cierto que ahora Letizia Ortiz "está saturada de todo, primero de los escándalos, que ella sabe y conoce". Y además, ella es "obsesiva" a la hora de hacer las cosas "bien". "Está siempre muy pendiente de todo, de no fallar y cumplir. Y luego ha tenido el libro de su primo hermano, Adiós, princesa, "en el que todo ese pasado que ella había conseguido diluir, u obviar, él lo ha contado con todo lujo de detalles y la ha machacado psicológicamente".
El libro de David Rocasolano trata temas como el de un aborto, su anterior matrimonio, y de hecho ofrece documentación sobre todo ello, llegando también a "culpabilizarla" en cierta medida del suicidio de su hermana, apuntó el director del espacio, Federico Jiménez Losantos. Una serie de "canalladas" -aseguró- que han pasado factura a la princesa, y que en realidad vienen a raíz de otras rencillas familiares.
En definitiva, este posible cambio en la percepción de la imagen de la princesa tras meses de escándalos en la monarquía -Botsuana, Nóos, la infanta Cristina- es fruto de su comportamiento, pero es "la suma de muchas cosas que se han juntado, y es que ella está obsesionada con mantenerse al margen y marcar sus tiempos".
El futuro de la princesa ofrece diversas incógnitas. En opinión de Beatriz Cortázar, no extrañaría que "en un momento dado la Casa Real podría darle una especie de año sabático, para que ella se ocupe de sus hijas y esté más al margen de actos oficiales, y que en ese tiempo el príncipe desempeñaría más en solitario".