Este fin de semana hemos visto a la infanta Elena llevando un melón a su padre al hospital en una bolsa de plástico, o a su nieta Leonor diciendo que "está bien el abuelo" (abuelito, según algunos cronistas). Quizá sea una nueva estrategia de comunicación de la Casa Real, una exaltación del campechanismo del monarca del que tanto les gusta presumir a algunos. A eso se añade que los partes médicos que emiten los doctores encargados de su recuperación continúan incluyendo expresiones del tipo "progresa rápidamente", como las notas.
Mientras, la Reina sigue dejando claro que apoya a su hija Cristina. Este fin de semana ha viajado a Ginebra acompañada de su nieto Froilán, para acudir a la celebración del cumpleaños del hijo mayor de los duques de Palma, Juan Valentín. La reina Sofía ha viajado hasta Suiza en un vuelo comercial, según ha anunciado la Casa del Rey, para pasar allí unas horas con los hijos de Cristina y con Iñaki Urdangarín, que, en contra de lo que se dijo, vive allí, y no en Barcelona.
Enésimo capítulo de la guerra que enfrenta a Paulina Rubio y Colate. Varios meses después de su separación, siguen sin ponerse de acuerdo sobre las condiciones de custodia de su hijo. Además, según el portal de noticias de famosos TMZ, Nicolás Vallejo-Nájera ha puesto en duda la salud mental de la cantante, e incluso ha solicitado al juez que la mexicana sea sometida a una evaluación psiquiátrica. Podría ser una estrategia más del español para poder ver más a su hijo, pero hace que este caso sea aún más escabroso de lo que era.
Por el contrario, quienes podrían haber enterrado el hacha de guerra son Tita Thyssen y su hijo Borja. Al parecer, madre e hijo se habrían reunido en un hotel de Madrid para hablar de sus problemas, pero sin la presencia de Blanca Cuesta. Si han llegado a algún acuerdo lo sabremos en breve, dada la locuacidad de la baronesa.