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Las amantes de la Casa Blanca

A las paredes de la Casa Blanca no le debió resultar tan raro el presunto amorío de Obama y Beyoncé. Antes hubo presidentes con affaires.

A las paredes de la Casa Blanca no le debió resultar tan raro el presunto amorío de Obama y Beyoncé. Antes hubo presidentes con affaires.

Esta semana, los rumores de un affaire entre el presidente Barack Obama y la estrella del pop Beyoncé Knowles, difundidos en una emisora francesa, abrió la veda. Pese a que el el diario que supuestamente poseía las imágenes del amorío negó la mayor, el romance presidencial recordó a eventos pasados en la Casa Blanca.

Y es que la relaciones extramaritales no son un invento del siglo XX, y menos en la residencia del presidente de los EEUU. Thomas Jefferson, tercer presidente del país y artífice de la Declaración de Independencia, mantuvo relaciones íntimas con Sally Hemings, una esclava con la que habría tenido como mínimo seis hijos y que, a su vez, fue engendrada por el padre de su esposa, por lo que en realidad era su medio-cuñada. Sin duda, todo un Padre Fundador.

James Buchanan, presidente entre 1857 y 1861, decidió reforzar sus vínculos con el Senado mediante una relación con el senador William King. Y qué decir de Franklin D. Roosevelt, que murió al lado de Lucy Mercer, la ex secretaria de su esposa, y según datos posteriores, el verdadero amor de su vida.

Eisenhower, quizá por ser predecesor del presidente más "womanizer" sobre la faz del planeta, JFK, tuvo tiempo de buscarse una amante mientras comandaba las fuerzas aliadas. Kay Summersby, así se llamaba, era una sargento que a punto estuvo de provocar la Guerra Fría entre el presidente y su esposa.

JFK, el "womanizer" oficial

Pero hablar de los escándalos sexuales en la Casa Blanca equivale, sin duda, hablar de John F. Kennedy. En su caso, tanto los meros rumores como las verdades, e incluso también las mentiras, no han hecho más que aumentar el aura de adúltero legendario. Una fama extensible a toda la familia Kennedy. Y es que la lista de amantes del demócrata, presuntas o reales, reduce a Bill Clinton a la categoría de un joven principiante. No faltaron, como en su caso, las becarias. En el 2003, un historiador descubrió que Mimi Alford, una joven aprendiz de 19 años que estuvo trabajando entre 1962-1963, había mantenido relaciones sexuales con JFK.

La protagonista quiso llevarse esta información a la tumba, pero cuando salió a la luz decidió escribir un libro con sus memorias. "Era mi primera vez. Sin duda, no para él", afirmó. En similares fechas se le vinculó nada menos que a la secretaria personal de Jacqueline Kennedy, Pamela Turnure, que se veía en secreto con John cuando Jacqueline se iba a pasar la noche fuera de la Casa Blanca. Tanto es así que uno de los rumores estaba relacionado con cierto suplemento de testosterona, aunque sus hermanos Bob y Ted vivieron la vida igual que su hermano.

Alicia Darr Clark aseguró durante la campaña electoral de 1960 que había tenido un affaire con Kennedy y que podía demostrarlo con cartas y fotografías firmadas por él. Supuestamente, cobró medio millón de dólares a cambio de su silencio, no obstante, nunca se demostró que fuese cierto. Otra mujer con quien se le relacionó fue Angie Dickinson. La actriz participó en la campaña presidencial de Kennedy y siempre se ha rumoreado que estuvieron juntos un tiempo, aunque ella nunca lo ha desmentido ni confirmado. Otra de las historias misteriosas de JFK fue la de Marlene Dietrich, quien sí que se sabe que mantuvo una aventura con Joseph P. Kennedy, padre del expresidente de Estados Unidos. Por lo visto, con John solo tuvo un encuentro sexual en 1963, tras invitarla a una copa en la Casa Blanca.

El caso de Mary Meyer tiene menos glamour, pero hay quien asegura que fue de las mujeres más importantes de su vida. Lo más curioso de todo es que un año después de la muerte de Kennedy, Meyer fue asesinada en enigmáticas circunstancias mientras caminaba por Georgetown. Judith Campbell Exner también tiene también su papel ene esta interminable lista. Como suele ocurrir, la historia se ha cambiado durante el paso de los años, sin embargo, una de las primeras versiones fue que ella era el enlace entre Kennedy y el jefe de la mafia de Chicago. Desveló que en su día se quedó embarazada de JFK y que le obligaron a abortar.

Pero ningún escándalo es comparable a su relación con la mayor estrella de la historia del cine, Marilyn Monroe. Fue una de las historias más conocidas, pero a la vez, la que más controversia genera todavía. Muchos aseguran que la relación entre el presidente de Estados Unidos y la actriz se reduce a una noche de pasión. Sin embargo, otros están convencidos de que todo comenzó en 1962 y que mantuvieron una relación sentimental duradera y estable, y que incluso Marilyn ya se veía como la futura primera dama. El suicidio de la actriz en la cima de su carrera se debería, en parte, a la decepción amorosa de haber sido utilizada por el presidente.

Clinton, el "pillado"

El segundo que se merece un capítulo aparte es Bill Clinton. El mandatario demócrata ostenta el dudoso honor de ser el único presidente de los Estados Unidos al que pillaron siendo infiel, e hicieron de su cana al aire un asunto de Estado. Cabe reconocerle que a pesar de los constantes rumores de infidelidad, su matrimonio perdura. Pero también los problemas: la fidelidad de Clinton volvió a ponerse en la picota al desvelarse que podría haber mantenido un affaire con una popular actriz británica, Elizabeth Hurley. Ella negó la información, pero conociendo el historial del expresidente de Estados Unidos, a nadie le sorprendió la noticia. El actor Tom Sizemore, otro exnovio de la actriz y consumidor habitual de drogas, dio esas declaraciones bajo sus efectos, y él mismo ha reconocido habérselas inventado. ¿O habrá mediado la todopoderosa Hillary?

El primer puesto de la interminable lista de amantes de Bill Clinton fue y es, sin duda, la inolvidable Monica Lewinsky. Por aquel entonces, él era el presidente y ella era una becaria. Pero nada de esto frenó el amor. O lo que fuera. Al principio, ambos negaron "mantener una relación inapropiada", pero poco después reconoció haber tenido "sexo oral". Fue uno de los escándalos más sonados en esa época, uno de esos que acaban en perdón... y en libro.

Pero no se acaba ahí. Después de dejar el mandato, en el 2010, el libro Game Change de los periodistas Mark Halperin y John Heilemann desveló una nueva relación de Clinton durante la campaña electoral de su esposa. En la obra no se desvela el nombre de la chica con quien tuvo el affaire, pero se rumorearon nombres como Belinda Stronach, la actriz Gina Gershon o Julie Tauber McMahon. En el interior del libro se explicaba que los periodistas de Hillary ya había preparado una respuesta por si se filtraba la noticia a la prensa.

Quizá siguiendo los pasos de JFK, Clinton también se relacionó con estrellas de Hollywood. Según se ha publicado en el libro Barbra:The Way She is, la mismísima Barbra Streisand pasó la noche con él mientras Hillary estaba cuidando de su padre en Arkansas. Cuentan que la ex primera dama norteamericana le prohibió la entrada a la Casa Blanca, tras enterarse de esa noche de pasión.

Otro de los nombres más sonados ocurrió, en realidad, antes de su desembarco en el poder. Gennifer Flowers, la que aseguró haber mantenido una relación sentimental de más de 12 años con Clinton cuando era gobernador de Arkansas y que la abandonó porque decidió casarse con Hillary. Flowers difundió unas grabaciones en las que presuntamente se demostraba la relación. Hace pocos meses, esta mujer volvió a ser noticia cuando desveló que Clinton le había confesado que Hillary era "bisexual y que a él no le importaba". Y aún hay más: Paula Jones denunció el 6 de mayo de 1994 a Clinton, cuando ya era Presidente, por acoso sexual en 1991, también en su época de gobernador de Arkansas. Este caso duró años, y Clinton decidió llegar a un acuerdo con Jones: pagar un total de 850.000 dólares.

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