Luis Miguel Rodríguez, íntimo amigo de Carmen Martínez-Bodiú y propietario de los famosos Desguaces Latorre, tiene dos hijas y sigue casado con María Asunción Fernández, propietaria del 49 por ciento de las empresas de su marido, también conocido como el "rey de la chatarra", pero están separados. Ahora, vive con la niétisima, pero ninguno ha confirmado que haya una relación sentimental. No obstante, como apunta Beatriz Cortázar en Gentestilo, Carmen desea que se divorcie para poder hacer oficial su relación sentimental.
El suplemento de ABC ha podido saber en exclusiva que Luis Miguel ha empezado los trámites de divorcio. Quiere que sea de mutuo acuerdo y no complicar las cosas con juicios. Algo muy difícil ya que tienen que llegar a un acuerdo de cómo se van a repartir los negocios y propiedades.
Un amigo cercano al matrimonio ha desvelado a la periodista que "Es verdad que durante un tiempo la relación de Luismi con su esposa estaba muy tirante, pero últimamente se llevan muy bien", algo que podría ayudar a llegar a un acuerdo. También ha añadido que van "sin prisa, que no hay urgencia, ya que ninguno de los dos pretende casarse de nuevo".
El imperio de Rodríguez
Como explica Beatriz Cortázar, Luis Miguel heredó unas tierras en Parla a los 14 años. Pasados los años decidió utilizar ese terreno para acumular chatarra de coches, que hoy en día recicla y distribuye. En 1991 consiguió, en subasta pública, la adjudicación por parte del Ayuntamiento de Madrid de la retirada de vehículos. Cuatro años después, Desguaces La Torre empezó a extenderse, gracias a la recogida y eliminación de los coches que eran retirados por la Policía.