La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha contado el martes con la presencia de Beatriz Cortázar, Alaska y Carmen Jara, y ha abordado los más variados temas de la actualidad social. Como, por ejemplo, el paso por Mónaco de los célebres Borja y Blanca Thyssen, una costumbre que "les viene de sus buenos tiempos con la baronesa", reveló Cortázar, pero también obligada y más habitual de lo que parece.
En realidad, las visitas del matrimonio, que todavía no ha recuperado la relación con la baronesa pese a ciertos tímidos acercamientos, es un visitante asíduo a la ciudad. Tanto Borja como Blanca tienen allí muchos amigos y varios negocios, por no mencionar que el Principado probablemente sea el próximo destino de los cuadros de Blanca, expuestos hasta ahora en Madrid.
La pareja hizo acto de presencia en la glamourosa celebración anual del Baile de la Rosa, que reúne a toda la aristocracia monegasca y también del extranjero, atraídos por la presencia allí de toda la Familia Real de Mónaco. Tal y como reveló Cortázar, Blanca Cuesta apostó por la moda española y optó por un vestido de Juanjo Oliva, mientras su marido insistió en ese look hipster y aparentemente descuidado que tanto le favorece.
Precisamente la madre de Borja, la baronesa Carmen Thyssen, coincidió recientemente con Corinna Zu Sayn-Wittgestein, que actualmente trabaja como asesora de los Príncipes Alberto y Charlene de Mónaco. Las dos coincidieron en la fiesta de celebración del 130 aniversario de la firma joyera Bulgari, en Roma, y allí debieron hacer buenas migas, ya que la "amiga entrañable" del Rey regresará a Madrid a mediados de este mes de abril "a un acto que va a haber en el museo Thyssen", explicó Beatriz Cortázar, y del que de momento poco más se sabe.
Se trata del ansiado regreso de Corinna a España tras meses de ausencia... al menos de manera oficial, ya que tal y como se apuntó en la crónica rosa, siempre se ha rumoreado que la princesa alemana ha seguido viniendo a España.