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Se siente "feliz y joven"

La inesperada resurrección de Finito de Córdoba

Debutó en 1987, pero ha sido en sus últimas corridas cuando ha conseguido deslumbrar por su arte. Tiene clase, estilo y devoción.

Lo cierto es que Finito de Córdoba debutó en 1987, pero es ahora cuando está viviendo su momento de oro. Como ha podido confirmar Andrés Amorós, presentador de Música y Letra y colaborador de esRadio, "está es la mejor temporada del torero". El especialista en toros ha añadido que Finito "siempre tuvo mucha clase", pero hasta ahora le faltaba carácter sobre el ruedo. Quizás él también sentía esa falta y, por eso, decidió retirarse durante un largo periodo para poder encontrar esa motivación que necesitaba.

Con su arte y clase se ganó el cariño del público en Madrid cuando parecía que ese iba a ser el final de su carrera. Ahora "ha renacido", aseguró Amorós, y "ha estado deslumbrante en Valencia y en Castellón". Ha abierto cartel por ser veterano, ya no compite con nadie y torea porque porque disfruta con ello. Ya solo queda esperar a que reaparezca el torero José Tomás para saber si Finito estará por delante.

El nombre de Finito de Córdoba es Juan Serrano Pineda. Nació en Sabadell, Barcelona, el 6 de octubre de 1971, creció desde niño en El Arrecife, Córdoba. Es uno de los toreros españoles más reconocidos desde su debut el 27 de junio de 1987 en Sevilla, con Luis de Pauloba y Pallí. En Madrid se estrenó en septiembre de 1990, y desde ese momento se ganó el respeto de su público. Un año después tomó la alternativa en Córdoba y en 1993 la confirmación en Madrid, con José Ortega Cano como padrino y Manuel Caballero como testigo.

Encontró el amor con la presentadora Arancha del Sol, con quien se casó en el 2001 en la iglesia de Santa Marina de Aguas Santas. Con ella ha tenido dos hijos: Lucía, que nació en el 2002, y Juan Rodrigo, en el 2008. En la actualidad, gracias a arte y talento, está haciendo una interesante temporada.

Un retiro necesario

Finito le ha dedicado mucho esfuerzo a su carrera. Sabe de derechazos, naturales y de ritmo en el toreo. Comenzó su carrera de una forma brillante, sus seguidores fieles le apoyaban incondicionalmente. Brillaba por su arte en el ruedo, pero algo faltaba. En 1996 decidió retirarse temporalmente, para buscar su camino y volver renovado. Como ha confesado el torero en contadas ocasiones, sentía que no estaba dando todo lo que podía y necesitaba encontrarse de nuevo.

Su público leal le ha esperado hasta su regreso. No ha defraudado, ha vuelto a los ruedos con más ganas, energía y motivación, haciendo la mejor temporada de su carrera. Está viviendo su momento de oro, su segunda juventud. Ahora puede disfrutar de cada corrida, de cada toro, de su profesión.

Tanto es así que deslumbró en Valencia en la Feria de Fallas -y más tarde en Castellón-. Con la cornada de Ponce, la empresa tuvo que buscar a alguien que le sustituyera. Sin lugar a dudas, Finito fue una buena elección, ya que deslumbró sobre el ruedo: cortó una oreja de su segundo. Ahora, Finito de Córdoba se siente "feliz y joven" y está disfrutando de cada minuto de su profesión. A medio camino entre la maduración artística y las segundas oportunidades, el de Finito ha sido un retiro necesario que nos hace anticipar lo mejor para su carrera.

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