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El tenso día familiar de Sonia Ferrer y Marco Vricella

Pese a que entierran el hacha de guerra por el bien de su hija, la tensión es evidente.

Pese a que entierran el hacha de guerra por el bien de su hija, la tensión es evidente.
Ferrer y Vricella, cuando aún eran marido y mujer | Cordon Press

Sonia Ferrer y su exmarido, Marco Vricella, juntos por su hija. Aunque su relación es tensa y distante, lo cierto es que intentan que su pequeña Laura note lo menos posible lo que está pasando entre sus padres. El objetivo es mantenerla ajena a los problemas y disputas que hay entre ellos.

Desde que se separaron hace ya más de un año, la presentadora y el cirujano italiano siguen enfrentados, pero intentan aparentar por el bien de su hija. Por eso, el viernes 16 de mayo Soni y Marco enterraron el hacha de guerra para celebrar en el colegio de su pequeña la festividad de San Isidro.

Actualmente la pequeña vive con su mamá en el domicilio conyugal, pero el italiano disfruta de la compañía de su hija los días que le corresponden. Precisamente en esta ocasión la niña llegó al centro escolar en el coche de su papá, y es que seguramente le correspondía al exmarido de Sonia estar con su hija.

Sonia Ferrer, que llevaba en su vehículo el disfraz de chulapa que luego pondría a su pequeña, se dirigió caminando hasta el coche de su exmarido para saludar a su niña. A continuación, una vez que sacaron todas las cosas, los tres se dirigieron juntos caminando hasta el edificio.

La presentadora y el italiano enterraron por unos minutos el hacha de guerra y llevaron a su niña de la mano. Parece que a pesar de todo, Sonia y Marco están acercando posturas y el tiempo podría haber sido un aliado que les ha hecho limar muchas asperezas, aunque todavía tienen muchos asuntos en los que ponerse de acuerdo.

De hecho, tal y como recoge Europa Press, antes de entrar en el edificio donde celebrarían la fiesta del Patrono de Madrid discutieron porque Sonia le reprochó que no llegara con la niña ya vestida de chulapa: "Te lo voy a poner ahora en el cole, papá se olvida siempre", a lo que Marco contestó muy serio: "No, no se me olvida siempre".

Finalizada la fiesta, la pequeña, que iba muy guapa disfrazada de chulapa con el vestido tradicional, pañuelo blanco en la cabeza y clavel rojo enganchado, se marchó a casa con su mamá, que se presentó sin su actual pareja, el jinete Álvaro Muñoz-Escassi. Antes vimos a un emocionado Marco despedirse de su hija con un cálido beso.

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