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Bigote Arrocet, actual amor de María Teresa Campos

Divorciado y, después, viudo. Del Un, dos, tres… a pareja en el cine con Chiquito de la Calzada.

Divorciado y, después, viudo. Del Un, dos, tres… a pareja en el cine con Chiquito de la Calzada.
Bigote Arrocet, en el programa La Red Vivo

Autentica sorpresa, de la que Chic se hizo eco el martes, tras publicarse en ¡Hola! la relación entre María Teresa Campos y Bigote Arrocet. Ocioso resultaría insistir en la biografía de la actual presentadora de los fines de semana en Telecinco, pero es probable que la figura de su acompañante se haya difuminado en la memoria de muchos o, simplemente muchos sepan poco o nada de él. Si me permiten, les contaré algunos pasajes de su vida, pues lo traté en diferentes ocasiones.

De gran simpatía, es un hombre que a poco de conocerlo te gana en seguida por su don de gentes. En su pasaporte aparece como Edmundo Arrocet von Lohse, nacido en Buenos Aires en noviembre de 1949, luego cuenta en la actualidad con sesenta y cuatro años. Me confió una vez que su padre era catalán y su madre, vasca, de Rentería, pero con raíces alemanas, de ahí el segundo apellido del cómico. Vivió hasta los once años en Argentina y luego se estableció con su familia en Chile. "Yo me escapé de casa a los trece años después de una vida difícil –me refirió-, con mucha miseria a mi alrededor. No tenía Reyes Magos y un año que dejé mis zapatos en la ventana… me los robaron. Por no tener ni siquiera disponía de un cepillo de dientes. Era un niño desnutrido a causa de una deficiente alimentación. Se me empezaron a caer los dientes…". Ironías del destino, le comenté, pues su segunda esposa era dentista.

Lo primero que hizo para salir adelante fue probar suerte como cantante. Su trampolín, tras una etapa dura en locales de medio pelo, fue el popular Festival de la Canción de Villa del Mar. Tenía veintiún años y causó sensación. Para entonces, año 1970, Edmundo Arrocet se había prendado de una linda locutora de la televisión chilena, de nombre Gabriela Velasco con la que contrajo matrimonio. Tuvieron una niña, María Gabriela, que en la actualidad cuenta cuarenta y cuatro años. Todo iba bien al principio de la pareja hasta que, no mucho después de la boda, surgieron disensiones, problemas de los que él nunca quiso hablar públicamente. El caso es que se relacionó con una antigua amiga de adolescencia, Rocío Corral Penna, a la que había conocido contando ella trece años y él quince. El reencuentro, cuando su matrimonio hacía aguas, fue apasionado. Comenzaron una relación que, con el tiempo, iba a acabar en boda. Pero, no precipitemos aún los acontecimientos.

Edmundo era muy popular en Chile, y se le reconocían, aparte de sus éxitos artísticos, muchas obras de caridad. Siempre fue un hombre solidario con los más desfavorecidos y así, supimos que en Valparaíso mantenía un centro médico para favorecer la asistencia de niños y ancianos enfermos. También actuaba gratis para los presos, a los que además llevaba paquetes de tabaco de hurtadillas, que estaba prohibido. Todo eso me lo contaba él mismo, añadiéndome que no lo publicara. Siempre pensé que era un tipo con un gran corazón. Se confesaba tímido, a pesar de sus bromas y constante sentido del humor, y un gran sentimental. Tuvo que vivir un periodo difícil en su país durante la Presidencia de Salvador Allende. Tras el golpe de Estado del general Augusto Pinochet, el cantante-humorista manifestó públicamente sus simpatías por el dictador chileno. Era el año 1973, como se recordará. Algún tiempo más tarde decidió dejar su país e instalarse en Madrid, adonde aterrizó luciendo unos mostachos, que justificaban el nombre artístico con el que debutó entre nosotros: Bigote Arrocet.

Cayó bien entre el público español con sus imitaciones de cantantes conocidos. Y cuando debutó en el programa Un, dos, tres… su popularidad se disparó en toda España. Le gastaba chuflas a Mayra Gómez Kemp: "Mayrucha cha cha…" y repetía la muletilla de "Piticlín, piticlín". Hacía parodias de Mario Moreno Cantinflas, de quien se decía amigo. Aunque a veces "se le iba la olla" y Mayra ya tenía convenido con él que si "se quedaba en blanco" pusiera una pierna sobre la mesa y ella entonces le daba carrete hasta que Bigote recobraba el hilo de su discurso.

En Madrid convivía con la ya citada Rocío Corral, que era odontóloga, pero su título no pudo revalidarlo aquí. Bella y encantadora, a la que tuvimos el gusto de conocer. Hacían buena pareja. Pero ¿estaban realmente casados? Bigote Arrocet me dijo que sí, que habían contraído matrimonio civil en Gibraltar. Creo que me mintió. Luego dijo que la boda fue en Chile, en una ceremonia familiar en la finca de ella. ¿En qué quedamos? Porque resulta que su primera esposa, la presentadora de televisión Gabriela Velasco se desplazó a Madrid y acusó a su exmarido de "bigamia y difamación", reclamándole el pago de una pensión para su hija, que él no atendía. El cómico procuró que el asunto no trascendiera, mientras se recorría España entera con su repertorio de imitaciones y "sketchs" humorísticos. A todo esto, de su relación con Rocío Corral habían nacido primero Maximiliano y luego Estefanía. Después de Un, dos, tres… cuando acabó en 1988 fue contratado en Antena 3 como animador de La ruleta de la fortuna. Y mediada la década siguiente rodó tres películas junto a Chiquito de la Calzada (Aquí llega el Condemor, Brácula Condemor y Papá Piquillo).

En cuanto a su vida privada pasó unos años de angustia y dolor cuidando a su mujer. Enferma de cáncer, Edmundo la consolaba día tras día, con la esperanza de que superara un maldito cáncer, en tanto tenía que cumplir con sus contratos y viajar de un lado para otro, haciendo reír a la gente teniendo su corazón en un puño y la mente puesta en la habitación donde la vida de Rocío se iba apagando inexorablemente. Y un día de la segunda semana de diciembre de 2012 murió dejando completamente destrozado a Bigote Arrocet. Tuvo que viajar a Chile para esparcir las cenizas de su esposa en la ciudad de Ovalle, la tierra en la que ella había nacido. Los dos últimos años han sido terribles para él. Y ahora, parece que la sonrisa ha vuelto a sus labios gracias a María Teresa Campos. El futuro inmediato de la pareja, lo desconocemos.

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