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La carta de amor de Gina González a Alfredo Di Stéfano

Tras la muerte de Di Stéfano El Mundo ha publicado la última carta de quien iba a convertirse en su esposa.

Tras la muerte de Di Stéfano El Mundo ha publicado la última carta de quien iba a convertirse en su esposa.
Gina González | Imagen TV

Tras la muerte de Alfredo di Stéfano, sólo queda recordar al ídolo futbolístico y a la persona. Atrás queda, al menos de momento, el recuerdo de su relación con su asistente Gina González, de 38 años, una costarricense con la que la Saeta Rubia estuvo a punto de contraer matrimonio. Tras el ingreso hospitalario de Di Stéfano, diversos medios señalaron que Gina no se había interesado por el estado del presidente de honor del Real Madrid, pero la información publicada por LOC nos ofrece un punto de vista distinto.

La costarricense quiso comunicarse con el astro a través de una carta que ella misma ha remitido desde Argentina, en el barrio donde nació el propio Di Stéfano y ahora vive ella, el de Barracas. Una carta firmada como "Cachorrita" y que el diario posee íntegra, en la que Gina asegura -horas antes de morir Di Stéfano- que "cuando estaba contigo y cumplías años no dejaba de darle gracias a Dios por regalarme un año más contigo". "Lo más probable es que esto no lo llegues a leer, mucha gente correrá a quitarte el periódico de las manos para que no me leas, para que no me extrañes, para que no me recuerdes. Qué ilusos, porque nunca nos hemos separado".

Dice Gina que algunas amigas, para tratar de paliar su sufrimiento, "quieren ayudarme a olvidarte, mejor dicho, a odiarte", utilizando la estrategia de decir que "no luchaste por mí". Además, también dice lamentar el intento de casarse antes de que sus hijos tomaran el control de la situación, logrando la incapacitación de él: "Ojalá nunca hubieras dicho que nos casáramos, ojalá yo hubiera sido menos egoísta para haberte dicho 'no'".

"No estés celoso, la guitarra en el ropero todavía está colgada, nadie en ella canta, ni hace sus cuerdas vibrar. Si los restaurantes madrileños conversaran estos platos dirían de qué modo te quería, con qué fiebre te adoré. Sabes, encontré un lugar donde siento que he dejado de estar errante en la sombra, vivo en Barracas [el barrio porteño donde nació Alfredo di Stéfano en 1926], tal vez te suene de algo".

Dice Gina que "si te llega una postal de Gardel sin firmar es mía. Si te llega un bote de dulce de leche sin azúcar es mío. Si te llega un alfajor sin azúcar es mío. Y si quieres también puedo llegar yo. Claro, perdón, olvidaba que a la vida no se le puede pedir tanto, por aquello de las dudas sigo pidiendo a Dios. Te amo".

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