La revista Vanity Fair entregó anoche el premio al Personaje del Año, que en esta ocasión, recayó en Anne Hidalgo, alcaldesa de París, en el transcurso de una cena en los jardines del Hotel Santo Mauro de Madrid.
La directora de la publicación, Lourdes Garzón, fue la encargada de entregarle dicho premio, que lo recogió emocionada, dedicándoselo a sus padres. "A ellos que me han dado la voluntad de trabajar, el amor y la honestidad" fueron sus primeras palabras.
La primera alcaldesa de Paris, de origen español, hizo una breve historia de su familia, y quiso dejar claro que la política ella no la veía como una carrera, sino como algo que no le pertenece, y recalcó que lo que hay que hacer es dar a los ciudadanos el poder, ya que ellos son los dueños, y que los políticos están ahí el tiempo que ellos decidan. Los cientos de invitados que acudieron la ovacionaron durante largo rato.
En las primeras mesas, perfectamente decoradas con adornos florales, se encontraba Isabel Preysler, que coincidió con su exmarido, Carlos Falcó, marques de Griñón; Ana Botella, Cándido Conde-Pumpido, el ministro José Manuel García Margallo, el fiscal Pedro Horrach, con Margarita Robles, magistrada del Tribunal supremo, o los jueces de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz y Javier Gómez Bermudez, el presidente de la Comunidad de Madrid, que llegó acompañado de Isabel Gallego, directora de Comunicación de la Comunidad de Madrid, coincidiendo con la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes; Carmen Martínez-Bordiú compartió mesa con Jaime de Marichalar; los diseñadores Lorenzo Caprile o Juanjo Oliva, y el exsecretario del PP vasco, Iñaki Oyarzabal, entre otros. Una convocatoria y una cena muy difícil de superar.
Casi coincidiendo en el horario, la Fundacion Yo Niño, celebró una cena benéfica con motivo del regreso de su creador, Cayetano Rivera, de su vuelta al mundo solidaria en 80 días. El que fuera torero durante unos años aprovechó la ocasión para comentar algunos detalles del mismo. "Ha sido una experiencia única e irrepetible, ahora lo que necesito es tiempo para asimilarlo". Esas fueron sus primeras palabras.
Cayetano todavía se resiente del accidente sufrido en su pierna, aunque comentó que ya está casi curada. "Al comienzo del viaje tuve que utilizar un bastón, pero ya estoy prácticamente recuperado. Irme durante 80 días, ha sido todo un reto, he recorrido 80.000 kilómetros, he conocido diferentes culturas, tradiciones, y tantas cosas... pero lo que más me llamaba la atención eran los niños, da igual el país en que estuviera, ellos siempre te reciben igual, con el mismo cariño y la misma ilusión, sus miradas son idénticas, con la inocencia que les caracteriza, la verdad es que te cambia todo, es difícil de explicar", declaró con gran emoción.
Su hermano Francisco quiso apoyar con su presencia, la labor que está haciendo Cayetano, y acudió con su esposa, Lourdes Montes, con la que contraerá matrimonio eclesiástico el próximo día 12. "Estamos muy bien y muy felices", comentaron. Al preguntarle a la diseñadora por su traje de novia, el propio Francisco entre risas se negó a que desvelara detalle alguno. "Cómo va a contar eso delante de mí, soy muy tradicional y no quiero enterarme de nada" concluyó.
Por su parte, Cayetano tuvo unas palabras muy cariñosas para la que fue su novia, Eva González, hasta hace unos meses. "Tenemos una relación estupenda, pero al no estar invitada, son decisiones personales, que yo no tengo por qué meterme" aclaró.