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Felipe y Letizia, el romance continúa un mes después de la proclamación

Un mes después de la proclamación, Felipe y Letizia respiran más tranquilos que nunca.

Ha pasado un mes desde la proclamación de Felipe VI, y todo lo que rodea a los nuevos Reyes, ya sea en lo íntimo como en lo oficial, sigue resultando ideal. Ya durante el día dedicado a los fastos, el pasado 19 de junio, el nuevo monarca se estrenó con una decisión que manifestaba su intención de acercarse al pueblo, insistiendo en realizar el recorrido de presentación en un coche descubierto, contra todos los criterios dictados por Seguridad. La foto juntos en el Palacio de Oriente dio la vuelta al mundo.

El primer acto oficial de los Reyes fue también una muestra de compromiso ético, celebrando un acto institucional con las víctimas del terrorismo en el Palacio de Zurbano. Pero no sólo es asunto de agenda oficial, sino también de comunicación: el cambio de Spottorno por Javier Alfonsín repercutió en un inmediato cuidado de las redes sociales, un lavado de imagen que hasta ahora se mantiene: la imagen de los Reyes trabajando juntos en el tren de camino a un acto oficial -la primera de las publicadas en el Twitter de Casa Real- sin duda lo refrenda.

Felipe y Letizia, como matrimonio, insisten una y otra vez en llevar la contraria a los rumores de crisis que surgieron en su última etapa como Príncipes. El aumento en sus obligaciones no parece haber afectado sus costumbres en el ámbito personal, con sus salidas al cine en sesión nocturna y sus habituales cenas por el centro de Madrid, ya sea en pareja o con amigos. Unos momentos de provacidad que les reportan no pocas críticas. ¿Pueden los Reyes permitirse ese nivel de privacidad? Pese a las todo, sus defensores señalan que estos gestos de cariño y naturalidad eran imposibles de encontrar entre Juan Carlos y Sofía.

Otro de los puntos que utilizan los más críticos con los Reyes, que incluso ahora genera críticas y portadas maliciosas: ¿Intentará Letizia, siempre nerviosa y reservada, mantener a raya a los medios en su eterna búsqueda de privacidad, de espacio? De momento, no. Letizia acomete su labor de Reina con toda la intensidad que se esperaba de ella. En un acto conmemorativo de la Cruz Roja, la asturiana pronunció sus primeras palabras en su nuevo puesto en perfecto inglés, reivindicándose a sí misma como la "reina Felicidad". Y pese a lo cursi, nadie dudó de su sinceridad: por primera vez en mucho tiempo, Letizia parecía respirar aliviada.

Una actitud relajada que se traduce en sus estilismos. Una semana después de la proclamación, Felipe y Letizia afrontaron su primera salida al extranjero como Reyes con una visita al Vaticano, en la que la Reina arrasó sin salirse del protocolo católico, con sus trajes elegantes en color blanco y de Felipe Varela, su diseñador español de cabecera. El segundo viaje en pareja fue a Portugal, y allí la Reina repitió la jugada. Y en Marruecos, deslumbró con outfits en el mismo color y vaporosos, luciendo en la cabeza el habitual pañuelo como signo de respeto durante su visita al Mausoleo de Mohamed V en Rabat.

Un mes después de la proclamación, Felipe VI y la Reina Letizia parecen respirar más relajados que nunca. Se acabó la espera, se acabaron las presiones, se acabaron las conspiraciones palaciegas contra ella. Pese a los iniciales bofetones de Cebrián desde El País, y un puñado de editoriales negativos desde Prisa -con alguna portada malintencionada-, de poco más se han tenido que preocupar los Reyes, pese a la reciente imputación de la infanta Cristina. Su imagen permanece aislada de los escándalos del Rey Jubilado, entregado ahora a copiosas comidas en restaurantes de alto nivel.

Se acabaron, también, los rumores de crisis amorosa difundidas desde el gabinete de Spottorno. Debido a la relación distante con el Rey, ya incluso antes del surgimiento del caso Nóos, la entonces princesa se vio acorralada mediáticamente en numerosas ocasiones, en gran medida por el interés de Casa Real por ocultar los escándalos personales y financieros de Juan Carlos. Sus salidas con amigas, los desplantes y salidas del protocolo, eran aireados para distraer la atención de los duques de Palma y el descubrimiento de figuras como Corinna, la amante de don Juan Carlos.

Un cambio que se ha extendido al ámbito internacional. Y es que el viraje de la prensa internacional en favor de la Reina ha sido notorio y notable. Ni siquiera revelaciones potencialmente polémicas como las imágenes del Daily Mail mostrando a una Letizia veinteañera ejerciendo de azafata para una marca de tabaco, han afectado a su reputación.

Ahora, el tema más candente son las vacaciones de la Familia Real. Finalmente, y para calmar los ánimos, habrá un poco para todo el mundo. Pese a lo inicialmente afirmado, el matrimonio y las infantas Leonor y Sofía sí pasarán varios días de descanso en Palma de Mallorca. Será un trámite para un nuevo y renovado destino en Agua Amarga, donde ya dan por hecho que los Reyes pasarán las vacaciones. Y en concreto, que se alojarían en el caserón de el Sueco, un miembro destacado de la clase alta escandinava que se codea con royals y políticos, y que naturalmente tiene una propiedad de lo más lujosa en la localidad.

Un síntoma más de la renovación tranquila que ha supuesto la llegada de Felipe y Letizia. Aunque no lo parezca, bastantes cosas han cambiado.

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