Parecía que no iba a llegar nunca, pero lo cierto es que la reconciliación entre Tita Cervera y su hijo Borja ya es un hecho. A la familia al completo se les ha podido ver juntos en diferentes ocasiones durante el presente verano, navegando por aguas ibicencas.
Cierto es que la cara de felicidad de Carmen, disfrutando de sus nietos, lo dice todo. Ya sea en barco como por la calle, llevando a sus nietos de la mano, estamos ante una escena nunca vista que indudablemente ha tardado en producirse. Al final, como se suele decir, todo llega, y madre e hijo han puesto de su parte para poner fin a esa guerra absurda.
A Blanca Cuesta, que siempre se ha mostrado muy discreta en todos estos años de pelea, se le ve esplendida, luciendo su cuarto embarazo. Como es habitual en el matrimonio, Borja siempre está pendiente de ella.
Todos con cara de felicidad, pero en esta historia hay un hecho que llama la atención. ¿Dónde están las hijas de la baronesa?
Carmen y Sabina están desaparecidas,. No se sabe dónde las tendrá su madre, que no dice donde se encuentran, cuando lo normal sería que estuvieran presentes en esa reunión familiar tan esperada, conociendo más a su hermano y a los hijos de éste.
Después de gozar de esos días en Baleares, Tita fue una de las invitadas a la Gala Starlite en Marbella, donde llamaron poderosamente la atención las esmeraldas que lució para la ocasión. "Las compré cuando estuve casada con Lex Barker", comentó.
Allí coincidió con Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, con el que compartió mesa y después de la cena, copas y animada conversación hasta bien entrada la madrugada. A los dos les interesa mucho el arte, y esa afición puede unir mucho. Como se suele decir, por algo se empieza. Habrá que esperar que la señora baronesa, a pesar de no ir nunca bien peinada, no tiene un pelo de tonta.