Concha Velasco está pasando un verano feliz junto a su familia, y recogiendo premios, como se pudo ver hace unos días en Mérida cuando le entregaron el CERE en un marco incomparable, el Teatro Romano.
Según me comenta su hijo Manuel, el teléfono no ha cesado de sonar durante el verano por la cantidad de gente que quería saber cómo se encontraba su madre. "Está muy bien, cada día más fuerte, ya sabes cómo es ella", comentó entre risas, y en sus palabras se notaba que había una gran tranquilidad.
A la actriz, su mejoría se le nota por días. Ha vuelto a teñirse el pelo de un color oscuro, que indudablemente le sienta mucho mejor.
Concha es consciente de que tiene que cuidarse después del gran susto vivido el pasado mes de junio, cuando los médicos le detectaron un linfoma. Afortunadamente y después de haber tenido que someterse a varias intervenciones quirúrgicas, a día de hoy se encuentra muy recuperada. Por ello, ha asumido que el trabajo se lo tiene que tomar de una manera más tranquila, y así se lo han hecho ver los doctores que la atienden.
En la actualidad, se encuentra ultimando los ensayos de la obra Olivia y Eugenio, bajo la dirección de José Carlos Plaza, en la que encarna el papel de una madre enferma de cáncer y su único apoyo es el de su hijo, que padece síndrome de Down. Su estreno está previsto para el mes de septiembre en Zaragoza.
Un gusto tener a nuestra Concha de nuevo en los escenarios.