Poco ha tardado Chabelita Pantoja en aprender a ganar dinero fácil. Según me comentan, la aparición que hizo el pasado fin de semana en una discoteca en la localidad valenciana de Gandía para posar con los asistentes y firmar autógrafos, le permitió embolsarse una cifra que oscila entre los 1.500 y 2.000 euros. Su estancia no duró más de una hora.
Isa, así es como la llaman sus allegados, con esa vida tan ajetreada, no debe tener ni tiempo en plantearse qué hacer con el padre de su hijo, ya que la pareja cambia de opinión cada diez minutos: tan pronto se van de viaje, como al regreso del mismo han vuelto a cortar. Tener que escribir sobre la relación de estos jóvenes tan poco constantes es muy arriesgado por los continuos cambios. Nada más llegar de Ribadesella, la reconciliación era un hecho, pero al día siguiente, al "máquina de Sanlúcar" se le pudo ver saliendo de la casa con muy malos modos. A día de hoy, la preocupación en este país por saber si están juntos o no crece por momentos.
Este culebrón aburre a las cabras, como se suele decir, pero lo que sí está claro es que, a pesar de no haberla querido ningún diseñador en la Fashion Week de Madrid para que acudiese a sus desfiles, Chabelita Pantoja da mucho juego. La prueba es que en todos los medios se habla de ella.
Me llega el rumor de que se está planteando matricularse en una escuela de moda, pero cada día el rumor es diferente. Y si no, recordad que la semana pasada se comentaba que se iba a Londres a vivir porque había decidido que quería impartir clases de inglés. Según su propia madre me confesó la última vez que hablé con ella, su hija, cuando la adoptó, no hablaba español, solo inglés.
Por el momento, continúa en Sanlúcar, seguramente a la espera de algún otro bolo y, como es lógico, su representante se estará moviendo para conseguirle más, sobre todo después de ver el éxito obtenido.
Por el momento, no va a ser fácil ver a la hija de Pantoja coincidiendo con Jaime de Marichalar en París, Nueva York o Milán, pasarelas a las que el que fuera marido de la infanta Elena suele ser asiduo, pero como en este país puede suceder cualquier cosa, y cada vez estamos más curados de espanto, todo puede ocurrir... Time to time.