En esta ocasión es la reina Sofía quien ocupa la portada de la publicación, Vanity Fair, que sorprende con su arriesgado título: "Al fin sola". Dice la revista que "no encuentra su sitio en Zarzuela, se acerca a su familia griega y supera sus momentos más duros". Ya en páginas interiores hace referencia a "el día después" o a "la difícil relación con don Juan Carlos" que ya no tiene obligación de esconder. "Libre, y, sobre todo, sola".
Da la sensación de que los autores del reportaje, Alberto Pinteño y David López, se ha colado en su despacho, antaño lugar de trabajo de Letizia. Dice el texto: "Desde su nuevo despacho escucha, al otro lado de la puerta, el trasiego incesante de personal, las conversaciones y las llamadas de teléfono... es un espacio mucho más pequeño que el que ha ocupado durante sus casi cuatro décadas de reinado".
Como es habitual en Vanity Fair, las fuentes de la información son "personas muy próximas" a la reina, siempre anónimas pero dispuestas a hablar. Aseguran esas personas que se siente "nómada", que el traslado le ha provocado "malestar" y que se siente desplazada. "La vida se le complica más", asegura la publicación.
Un par de opiniones de Laura Hurtado de Mendoza, su asistente personal, que no quiere hablar pero habla, para decir que "seguirá volcada con España, como ha hecho siempre", o de Isabel Hoyos Martínez de Irujo, marquesa de Isasi, nos dan a entender que en Zarzuela todavía no tienen muy claro qué hará Sofía para el país. Según Vanity Fair, viajará más a Grecia para estar con su familia, se alojará el el Hotel Grande Bretagne de cinco estrellas y se llevará su cámara para fotografiar paisajes. Dice la revista que en Madrid tiene una "pandilla" de amigos griegos con los que sale de vez en cuando junto a su hermana Irene. A veces acuden a la iglesia ortodoxa de los santos Andrés y Demetrio, en la calle Nicaragua de Madrid.
Interés por los ovnis
Uno de los personajes consultados en el reportaje es J. J. Benítez, el autor de bestsellers. Al parecer la reina Sofía comparte con él desde hace cuatro décadas "un interés sorprendente" por los fenómenos paranormales. En 1974 el autor publicó varios artículos sobre ovnis, y Sofía le llamó para que se lo explicara en persona. A la reunión acudió el todavía príncipe Juan Carlos, que no preguntó tanto como su esposa, muy interesada en saber "cómo son" y "de dónde vienen" los objetos voladores no identificados.
Una separación anunciada
Bajo este ladillo la revista recuerda lo publicado hace unos días por el italiano La Repubblica, tema espinoso difícil de obviar. Asegura Vanity Fair -de nuevo mencionando "personas muy cercanas", que no hay divorcio, pero que "la relación entre Sofía y Juan Carlos es cada vez más fría". Y añade que "en 2011 se discutió en Zarzuela la posibilidad de que se separaran", pero el mal momento que atravesaba la Institución dio al traste con cualquier posibilidad. Si se ha vuelto a plantear la idea ahora, dice Vanity Fair, "ella no ha sido informada". La fuente, de nuevo, "una de las personas que mejor conoce a doña Sofía".