Tamara Falcó se enclaustró hace un año en la Orden y Manadato de San Miguel Arcángel cuyo fundador, Miguel Rosendo, ha sido destituido por la Diócesis de Tui-Vigo por su "conducta moral", después de investigar arias denuncias de prácticas sexuales, según informa Pedro Simón en El Mundo.
Falcó se enclaustró el año pasado durante un fin de semana. Allí conoció al fundador, vivió con las consagradas y ayudó a unos enfermos. Desde entonces, lleva siempre un vaporizador de agua bendita en el bolso.
La Iglesia decidió expulsar al fundador de Orden y Mandato de San Miguel Arcángel después de una investigación interna llevada a cabo durante nueve meses: acusaciones de prácticas sexuales utilizando elementos de la consagración, supuestos ritos de curanderismo en las herboristerías propiedad del líder espiritual, testimonios que denuncian comportamientos sectarios.
Según una fiel, "Miguel montó un edén con las religiosas", y "había detalles que no me gustaban. Se sentaba con las chiquillas, las acariciaba mucho". Por su parte, un sacerdote afirma que "utilizaban expresiones de la consagración, 'tomad y comed, tomad y bebed', para los actos sexuales".