La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha contado con Beatriz Cortázar y Emilia Landaluce, y ha tratado todos los temas del mundo del corazón de la semana. Entre ellos, el trato de favor dispensado a Iñaki Urdangarín en el aeropuerto del Prat a la hora de embarcar en su vuelo de regreso a Ginebra.
Tanto Urdangarín como su esposa, la infanta Cristina, viajaron esta semana a Barcelona para reunirse con los abogados del caso Nóos. Tal y como se contó en la mesa de la crónica rosa de esRadio, Urdangarín llegó hasta el avión de regreso a Ginebra en una furgoneta de la compañía aérea en la que volaba, y que le dejó justo al lado del aparato una vez el resto de los pasajeros habían embarcado.
Allí, escoltado por varios guardias civiles y ante la mirada de los pasajeros, Urdangarín subió en el avión en plena pista y por una escalerilla, en lo que ha sido tachado como un nuevo caso de trato de favor hacia el duque de Palma.
Una situación de "privilegio", se dijo en Es la mañana de Federico, a una persona imputada que de todas formas sigue "teniendo más privilegios" con la Justicia que el resto de los españoles, y que siempre puede justificar alegando motivos de seguridad.
¿Seguirán disfrutando de tales privilegios durante el juicio, o incluso después? Tal y como recordó Beatriz Cortázar, "la infanta en Ginebra se aburre soberanamente", pese a que vive con su marido en "una urbanización de lujo con cuatro salidas secretas para evitar a la prensa, pero aún así se aburren".
No obstante, tal y como señaló Cortázar, "todo el mundo se ceba con Urdangarín, pero aquí hay una infanta de España que se enamoró de un chico guapo pero que quiso vivir como un magnate del petróleo". Y tal y como remató Federico Jiménez Losantos, director del programa, "lo quiso tener todo... y papá se lo montó para que lo tuviera".