Fran Rivera se ha sentado en el sofá del programa de Risto Mejide, Viajando con Chester, y ha aprovechado la ocasión para arremeter contra Isabel Pantoja, que ahora atraviesa sus momentos más duros agotando sus últimas horas antes de entrar en prisión.
El diestro ha decidido que es buen momento para atizar a la tonadillera recordando lo de siempre, que se negó a darles las cosas de su padre, en referencia a las posesiones de Paquirri que guarda en Cantora.
Rivera aseguró que Pantoja ha decidido guardar "cosas con valor sentimetal, como trajes de torear, capotes, muletas... que lo normal es que se hubiesen repartido entre los tres hijos que tenía mi padre, y ella se negó". Y continuó ahondando en la herida: "Mi madre la llevó a juicio, ganó y justo al día siguiente de salir la sentencia robaron en Cantora...".
"Nosotros no recibimos nada y a día de hoy seguimos sin recibir nada", sentenció Rivera, que pese a su conocida mala relación con Pantoja, sigue llevándose bien con Kiko Rivera. Lo que no se sabe es si estas declaraciones, y sobre todo el desafortunado momento en el que se realizan, favorecerán esa buena amistad.
Porque Rivera no sólo arremetió contra Pantoja por los objetos de su padre, sino por la venta de Cantora. Preguntado por Risto sobre la posibilidad de que la cantante venda la finca para pagar su deuda, Rivera apuntó que no haría "nada" por evitarlo. "No compraría Cantora. Es más, si me la regalaran, igual la vendería".
Lo que señala claramente que Rivera no sólo no ayudaría económicamente a Pantoja, sino que aprovecharía para hacer dinero con ella.
Todo sobre Carmine Ordóñez
El extorero, quien se considera "privilegiado y orgulloso" de la familia de la familia que viene, habló largo y tendido de lo mal que lo pasó con los problemas de su madre. Comentó, con pena y dolor, lo "brutal que es la droga". Añadió que "es como una enfermedad, pero algo peor, ya que te hace mentir, engañar, te vas yendo hacía el camino oscuro. La droga hace muco daño".
Uno de los problemas fue que Ordóñez nunca reconoció su problema con la cocaína. "Tú ves a una persona que se va destrozando y que lo va perdiendo todo, que entra en un círculo vicioso malo y ves que va cayendo, va cayendo, y es una impotencia que sabes que no puedes hacer nada", explicó Fran.
Uno de los momentos más tristes de su vida fue el día que se enfrentó a su madre y que llegó a estar un año sin hablarse con ella. "Ahora lo veo y hubiera actuado de otra forma", reconoció. "Me siento fatal por ese tiempo sin hablarnos, pero es que llegó un momento en el que pensé o salgo de aquí o el toro me mata", recordó con tristeza. Después volvió a su lado, le pidió perdón y no quiso volver a separarse de ella, asumiendo lo que había y disfrutando de su compañía hasta el día que desapareciera, "como así fue".
Todo lo que vino después de la pérdida de Carmina lo definió como "un horror", por lo que contó los medios, las mentiras que decía la gente en la televisión, "las barbaridades" que se daban día a día.
La custodia de Tana
También tuvo tiempo de hablar sobre la custodia de su hija con Eugenia Martínez de Irujo. Para él "es una vergüenza el régimen de visitas" de los hijos, porque para el extorero es fundamental "formar parte de la vida de Tana".
Pidió la custodia porque "su hija le había dicho que quería vivir con él". Después de lo sucedido, la hija de la duquesa de Alba se enfadó y ahora solo deja ver a la joven ocho días al mes, cuando antes la veía mucho más, pero "se acabó el buen rollo". Desveló que lleva "dos años sin hablar con la madre de su hija" y que solo se comunican "vía e-mail" porque Eugenia "no quiere hablar con él de nada".