Francisco Rivera Ordóñez presenta su nueva iniciativa empresarial apenas unos días después del fallecimiento de su exsuegra, la duquesa de Alba. Rivera ha regresado de México para presentar la Lonja del Barranco, un mercado gastronómico ubicado en Sevilla, pero no estuvo presente en el funeral de quien fue su suegra durante años, a quien se le dio el último adiós en la misma ciudad en la que el torero está ahora de presentación. Rivera, de hecho, no interrumpió su estancia en las playas de Acapulco con su mujer pese a la noticia del fallecimiento de la duquesa.
El torero no se presentó en Sevilla para acompañar a su hija Tana, de quien perdió la custodia total que él mismo solicitó a la Justicia hace no demasiados meses, y de quien sí se compadeció. La pérdida de ese juicio supuso el inicio de la mala relación de Rivera con la difunta Cayetana, con quien, en realidad, siempre tuvo una excelente relación. Rivera, sin embargo, no da muestras de ningún arrepentimiento.
"Una muy triste pérdida", fue lo que el propio protagonista comentaba respecto a la pérdida de Doña Cayetana, publica Europa Press, a su regreso a Sevilla. Preguntado por la muerte de la duquesa, Rivera tuvo palabras en el aeropuerto para "la pobre de mi hija. Siempre da mucha pena". Pero, preguntado por si se arrepiente de algo, asegura que "¿Para qué? Yo he estado en mi sitio, hay que ser coherente con las situaciones y las cosas, se han dado los pésames, por supuestísimo, una triste pérdida, pero cada uno tenemos que estar donde estamos"
De la misma manera, confiesa que tampoco se ha puesto en contacto con su hermano Kiko Rivera, hijo de la encarcelada Isabel Pantoja, y contra la que arremetió duramente en su reciente entrevista en Viajando con Chester, de Cuatro. Allí, Rivera la acusó de haberse guardado las propiedades de su padre Paquirri, de las cuales tampoco se arrepiente porque no ha dicho ninguna "no verdad".