Además de conducir Sálvame y Hay una cosa que te quiero decir, Jorge Javier Vázquez ha desarrollado una carrera teatral que, de momento, ha cristalizado en la obra Miguel de Molina al desnudo en el Teatro Infanta Isabel, que produce él mismo y se representa en Madrid y otros lugares los fines de semana con éxito de taquilla.
Pese a que la obra está funcionando, la función del lunes reservaba al popular presentador un inesperado mal trago, ya que estaba previsto que la sesión funcionara como un estreno "extraoficial", en la que el propio Vázquez estaría rodeado de muchos de sus amigos personales y de los medios de comunicación: en el teatro estaban Sandra Barneda, Susanna Griso, Raquel Sánchez Silva, Luján Argüelles, y otros muchos nombres populares de la televisión y el entretenimiento.
No obstante, informa Semana, debido a un error informático muchas de esas localidades se vendieron duplicadas. Hasta 150 invitaciones que el propio Jorge Javier había reservado a sus amigos se vendieron a espectadores anónimos que las adquirieron, lo que provocó un sonoro enfado e incluso algunos gritos.
Jorge Javier cogió el toro por los cuernos, salió al escenario para pedir disculpas y explicar la situación. Acto seguido rogó a sus invitados que se levantaran, cedieran sus butacas a quienes las habían adquirido, y ocuparan las últimas filas de la platea junto a él.
De ese modo, el presentador de Mediaset logró solucionar él mismo la situación y hasta arrancó sonoros aplausos antes de la obra.