Kiko Rivera está agobiado. Su ingreso en la casa de Gran Hermano VIP ha ayudado al programa a alcanzar grandes cotas de audiencia, pero en contrapartida, el hijo de Isabel Pantoja se siente presionado. Aparentemente la causa sería su hijo de dos años, al que ya hace tiempo que no ve, y también que no le ha dicho a su madre que entraba en el concurso. Pero existe, al parecer, un tercer factor.
Las alarmas cundieron en el entorno del concurso lo que, naturalmente, proporcionó un nuevo tema de debate en Sálvame y otros programas de la cadena. Algunos, como Jorge Javier Vázquez, no se lo tomaron demasiado bien y criticaron el amago de abandono del DJ.
Tras una hora de crisis en el confesionario y una sesión extra con su psicólogo, Kiko dio marcha atrás y decidió quedarse. Pero todo hace pensar que la crisis fue real, dado el silencio de la cadena durante todo el proceso.
Al parecer, a Kiko le preocupaba que la joven con la que pasó la última noche en el hotel antes de su ingreso en la casa de Guadalix se fuese demasiado de la lengua. Lo que no sabía entonces es que Lorena, la chica en cuestión, ya lo había hecho, y que fue entrevistada en Deluxe a propósito de su encuentro sexual con Kiko.
También hay quien señala que todo se trata de una maniobra del hijo de Pantoja para llamar la atención y quedarse en el concurso. Es lo que opina Belén Esteban, al fin y al cabo una de sus contrincantes. Pero Kiko ya abandonó un reality de Telecinco anteriormente, Supervivientes, aunque aquella vez fue por problemas de salud.