Desde que murió la duquesa de Alba, el conflicto entre sus hijos no cesa, y mucho se ha especulado en torno a cómo está la relación entre los hermanos. Hay unos que hablan más que otros, y la última en hacerlo ha sido Eugenia Martínez de Irujo, que ha querido dejar claro que la relación con su hermano Carlos es buena. "Me duele mucho todo lo que se está diciendo en torno a mi hermano porque no es cierto en absoluto. Es más, siempre se ha preocupado de mí y de mi hija, y considero que es injusto el trato que está recibiendo por parte de alguna gente, y sobre todo de algunos medios", declaró.
La pequeña de la familia también quiso aclarar que "los flecos que se hayan podido quedar sueltos, siempre los ha dejado bien atados" . Y recalcó de manera contundente que "en ningún momento me ha echado de mi casa, no es cierto, y repito, eso duele mucho".
Por su parte el futuro duque de Alba también ha querido dejar claro, y cuando ha sido preguntado sobre el tema ha asegurado que no es verdad, que quiera echar a su hermana de su piso, sobre todo porque ella es la propietaria.
Con Cayetano las cosas no están igual. Al conde de Salvatierra no le ha hecho ninguna gracia el tener que abandonar el Palacio de Liria y tener que trasladarse a las afueras de Madrid, donde adquirió una magnifica casa en la urbanización La Finca durante el tiempo en que estuvo casado con Genoveva Casanova.
Su hermano Carlos ha declarado que en el palacio del que ahora es dueño no hay sitio para todos, solo para sus hijos. Una excusa poco creíble, dadas las dimensiones del mismo.
Y mientras los hijos de la desaparecida duquesa continúan en el ojo del huracán, a su viudo Alfonso Díez, dentro de su discreción, le molesta especialmente que le pregunten continuamente por la herencia y por la paga mensual, pero no le queda otra solución que aguantar y poner buena cara, aunque haya ocasiones que le supere.